"El sustrato independentista catalán no está en la Edad Antigua", aseguró ayer en La Granda el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, Narciso Santos Yanguas, que se encargó de abrir el seminario "Reflexiones sobre la historia de Cataluña" con una charla en la que desgranó el papel de la región durante la dominación romana. Este curso se desarrollará esta semana en la residencia de La Granda, la sede de los cursos que celebran este año su trigésimo séptima edición. Margarita Cantera, de la Complutense, tampoco halló este sustrato independentista en la Edad Media, pese a que allí algunos historiadores certifican el nacimiento del estado catalán. El escritor Fernando Álvarez Balbuena, del Real Instituto de Estudios Asturianos, fue al grano: "Cataluña ha sido independiente 12 días en los últimos mil años". ¿Y por qué entonces ha florecido el independentismo? Los expertos reunidos por el profesor Emilio de Diego esperan alcanzar la respuesta con la conclusión del curso, uno de los que se prometen más polémicos del verano.

"La presencia de tierras catalanes en la historia comienza con el desembarco de los escipiones en Ampurias", recordó Santos Yanguas. "Primero fue la conquista de la península y, posteriormente, su romanización", añadió. Y la romanización supone la presencia de elementos itálicos. "Comenzó entonces la explotación agrícola de los territorios: no sólo aceite, también vino, que era muy apreciado en Roma", continuó el profesor. "Cataluña no existió como división territorial, ni siquiera como subdivisión", señaló Santos. "En la Edad Antigua no existía en Cataluña ningún elemento particular con respecto al resto de la península", concluyó el profesor Santos.

¿Y en la Edad Media? Tampoco existe distinción singular con respecto al resto de la península. La profesora Margarita Cantera se retrotrajo al reino visigodo. "Gregorio de Tours habla de los reyes de España y no de los reyes de los francos, como sucedía en la Galia carolingia", señaló. Cantera apostilló que los godos establecieron su primera corte en Barcelona y que eso denotaba la pérdida de preeminencia de Tarraco sobre la actual capital catalana, pero esto no tenía, a juicio de Cantera sustancia particular. "Es cierto que hubo revueltas de condes catalanes, pero no por el territorio, más bien por el poder, en el ámbito del contexto de la monarquía electiva de los visigodos", aseguró Cantera.

Fernando Álvarez Balbuena intervino por la tarde en la primera jornada. Su ponencia se centró en la Edad Moderna. "Cataluña no existió por sí sola y sí lo hizo como parte de Aragón", apuntó.

Explicó que los condes catalanes "eran delegados reales, no soberanos en sus territorios" y recalcó que "lo de los príncipes es una manera de hablar". Y es que el "princeps" era "el conde principal, no el príncipe". El resultado final es que el territorio catalán sólo fue independiente durante la Guerra de Sucesión, la I República y durante la II República. "La última vez, 17 horas", concluyó.