Los intermediarios que negocian la instalación de una fundición de cobre en la parroquia de Solís (Corvera) insisten en que el proyecto es auténtico. Y lo hacen tanto a preguntas de este periódico como ante el propio Alcalde del concejo, Iván Fernández. Sus palabras, empero, no han tenido de momento la ratificación de ninguna de las dos empresas que figuran como respaldo de la inversión: la canadiense Barrick Gold y su filial chilena Minera Zaldívar, que niegan tener relación con el proyecto, alimentando el temor a un "cobremocho".

El empresario gallego José Caamaño se puso en contacto con el alcalde corverano para pedirle que se prestara a una interlocución directa con la Minera Zaldívar. "Queremos desmarañar todo este asunto y seguir para adelante", subrayó Caamaño. Este empresario, junto a los ingenieros gijoneses Luis Suárez y José Luis Colao, llevó la negociación tanto con el Ayuntamiento como con la empresa propietaria de los terrenos, Asturmasa. El Alcalde, sin embargo, considera que no tiene que hablar con nadie, y que si hay un grupo empresarial realmente interesado en el proyecto, lo que tiene que hacer es realizar la tramitación oportuna y presentar los avales.

La propuesta que había sobre la mesa (antes de que la multinacional negara estar implicada en el proyecto) pasaba por alquilar a Asturmasa los terrenos en Solís y que los ingenieros Colao y Suárez realizaran el plan especial necesario para el desarrollo de la parcela. Sin embargo, los escollos entre estos intermediarios y Asturmasa comenzaron cuando Caamaño comunicó a la empresa asturiana el deseo de Barrick de que fuera Asturmasa la que costeara los gastos de la redacción del plan espacial, al entender que tenía que estar todo listo para poder instalar la fundición que daría trabajo a 200 personas. En ese punto, aproximadamente, están las negociaciones.

Iván Fernández se reunirá hoy con los vecinos de Solís para informarles de todos los detalles que tiene sobre el proyecto de la fundición de cobre. El encuentro será a las nueve y media en el local social de las antiguas escuelas de Solís. "Los inversores dicen que es un malentendido y que el proyecto avanza. Si es verdad, tienen que arreglarse con los propietarios de los terrenos y luego presentar toda la documentación. Todo este proceso ha de hacerse con total transparencia y estricto cumplimiento de la legalidad".

Las críticas, sin embargo, no se han hecho esperar. Los primeros en pedir explicaciones fueron los concejales de IU, y ayer se sumaron Somos y Foro. "Lo que está sucediendo en Corvera en torno al partido que gobierna no es transparencia. Transparencia no es hacer política de hechos consumados, cuyo último resultado es la oscura, opaca e incomprensible negociación en relación a la implantación de una fundición de cobre", afirmaron los ediles, Rogelio Crespo y Luz María Bulnes en un comunicado. Y, utilizando el genérico femenino con el que quieren reivindicar igualdad, añadieron: "Para evitar la falta de transparencia a que nos tiene acostumbradas el PSOE de Corvera reclamamos que se hagan públicas las agendas de todos los cargos públicos".

Teresa Domínguez, la portavoz de Foro, acusó al Alcalde de haber "empleado a técnicos municipales al servicio de un supuesto timo, sin conocer con quién estaba negociando ni la viabilidad ni certeza del proyecto". En su opinión, el mero hecho de que la empresa de Caamaño se hubiera constituido dos meses antes tenía que haberle hecho recelar. Domínguez insistió en conocer si se dio licencia para mover tierras, si se abonaron las tasas y si se comprobaron los preceptivos informes de otras administraciones.