"Lento y anquilosado". Así encuentra el Ayuntamiento de Avilés el portavoz de Ciudadanos, Juan Cuesta, uno de los recién llegados a la arena política local. Es más, acusa al gobierno socialista de amparar un oscurantismo que dificulta la labor de fiscalización. "El Ayuntamiento tiene premios a la transparencia... pero yo solo veo la de los cristales", espetó Cuesta. Y ese supuesto oscurantismo no es su única queja: no descarta presentar una moción de censura para protestar porque el gobierno no tenga en cuenta a la oposición para el trabajo diario y porque ganar una votación en el Pleno no garantice que el gobierno vaya a dar su brazo a torcer. "No nos llaman para nada. Y yo lo que quiero es saber en qué se gasta el dinero y cómo se ayuda a la gente, que es para lo que estoy aquí".

En opinión de Cuesta, la municipal es una estructura "prehistórica" donde todo es muy difícil de modificar. "Está llena de formalismos; las peticiones, por absurdas que sean, hay que hacerlas mediante instancia... Funciona todo de manera muy lenta y anquilosada". Simpatiza por tanto con los otros "nuevos", Somos y Ganemos, a quienes ve en las antípodas ideológicas pero con las mismas ganas de cambiar las cosas. "Todo nos lo echan para atrás, nos mandan poner rogar en lugar de instar... hacen lento el sistema de la Administración".

Otra de sus quejas se refiere al Registro. "Hemos tenido que pedir semanalmente todas las entradas del Registro, luego revisar todo lo que entra para ver los contratos menores, apuntar expedientes, hacer otra solicitud oficial para consultarlos... Esto es absurdo. Así no hay forma de trabajar".

Según Juan Cuesta, todas las trabas buscan evitar el control y la fiscalización de los órganos de gobierno, un papel que le corresponde al Pleno.