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Ranón llora por sus hortensias marchitas

Los vecinos de la localidad de Soto del Barco, famosa por la abundancia de macizos de la planta, están asombrados de lo poco que duran este año las flores debido a la sequía

Salvador Noval da explicaciones sobre la floración de las hortensias. R. S.

El pueblo de Ranón, situado en la rasa marina del concejo de Soto del Barco, no sólo es conocido por lindar con el aeropuerto de Asturias, sino que muchas personas lo tienen considerado como "el pueblo de las hortensias". Y es que a lo largo del aproximadamente medio kilómetro cuadrado de superficie que ocupan las casas, abundan los macizos de estas flores, que dan un colorido especial a la localidad, además de dotarlo de una personalidad especial, única en toda Asturias y motivo de orgullo para los lugareños.

Salvador Noval, vecino de Ranón y un gran aficionado al cuidado de estas plantas, tiene la solución al misterio de las flores y para tranquilidad de los turistas que tengan pensado acudir a Ranón a disfrutar del entorno floral, le quita hierro al asunto. "No hay por qué preocuparse por las hortensias; este año, en general, estuvieron como nunca. El problema es que llovió muy poco y el sol no paró de salir en todo el verano", afirma Noval, dando a entender que el excesivo rigor meteorológico en forma de calor ha sentado mal a las plantas.

Según este vecino, las hortensias necesitan muy poco cuidado, únicamente que se las riegue en abundancia. El problema es que el estupendo verano del que está disfrutando Asturias no le va nada bien a las hortensias, que de todos modos "se recuperarán", tranquiliza Salvador Noval haciendo gala de veteranía en el cuidado de las matas florales.

Con este vecino también coincide María Luisa Rodríguez. Toda su casa está rodeada de hortensias e incluso tiene algunas plantadas en macetas. La mujer asegura que "es normal que las flores estén así, últimamente hace mucho calor y llueve muy poco". Los cuidados de estas plantas incluyen una poda al final de la floración, que se extiende desde la primavera al otoño. Y a este respecto surge otro debate, ya que mientras que María Luisa Rodríguez asegura que ella va a comenzar a podarlas "antes de que acabe agosto" otros vecinos son partidarios de prolongar la vida de las matas hasta mediados de septiembre "por lo menos".

La solución, pues, a los males de las hortensias de Ranón -y por extensión las de toda Asturias- está en los manuales de jardinería: "Riegos abundantes y frecuentes, de modo que el sustrato siempre esté húmedo (pero no empapado). Además es aconsejable pulverizar a menudo la cabellera (con agua no calcárea) para crear un entorno húmedo adecuado a la planta, pero estando atentos al hecho que una excesiva humedad puede favorecer el desarrollo de hongos y otros parásitos". Vamos, que la lozanía de las hortensias tiene un precio: mucha agua.

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