Seis años después de arrancar el proyecto Life+ para el medio marino desarrollado por la Fundación Biodiversidad, la superficie marina protegida en España ha pasado del uno al ocho por ciento. Pero el reto de esta entidad es seguir creciendo y llegar hasta el diez por ciento en 2024, según explicó el responsable de Life+ Indemares, Íñigo Torres. Desde 2009, los científicos detrás de Life+ desarrollaron 147 campañas de estudio de los fondos oceánicos y de las especies pelágicas en una superficie de más de 4,7 millones de hectáreas. Estudiaron, en total, diez grandes áreas marinas de las regiones atlántica, mediterránea y macaronésica, entre ellas el cañón de Avilés. La conservación del intrincado complejo de cañones que forma la gran sima abisal avilesina es compatible con el uso sostenible de los recursos. Así lo creen los responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que hace poco más de un año presentaron en la rula de Avilés el informe que llevaron a dependencias de la Unión Europea para la catalogación como Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Cañón de Avilés.

La flota asturiana apoya la conservación de dicho espacio natural como propone el Ministerio, pero defiende que se mantenga abierto a las diferentes pesquerías. El cañón es un lugar de especial valor para especies como la merluza y el pixín (rape). A falta de que el cañón de Avilés sea declarado formalmente área marina protegida, los responsables del proyecto Life+ ya se plantean el objetivo de proteger el diez por ciento de los mares. Para alcanzar este reto, según Iñigo Torres, es preciso seguir investigando. En esta línea, apuntó, el Ministerio y el Instituto Español de Oceanografía están preparando a través de la Fundación Biodiversidad una nueva fase de investigación marina para gestionar las 98 zonas marinas que son competencia del Estado. Además anunció que se pedirá financiación a la Comisión Europea para desarrollar esta investigación encaminada a establecer qué áreas marinas se deben proteger durante los próximos ocho años, hasta 2024. La flota asturiana aprueba en cualquier caso las intenciones proteccionistas del Ministerio pero rechaza un "nuevo Cachucho", área marina protegida a las puertas de Llanes que ahora es un oasis sin barcos.