El presidente de Alcoa España, Rubén Bartolomé, advirtió esta mañana a los representantes de los trabajadores de la fábrica de Avilés de los peligros que conlleva la invasión de los mercados de productos básicos por parte de la República Popular de China. Esta situación, aseguró, pone en peligro la fuerza de negocio de la multinacional norteamericana que dirige Klaus Kleinfeld dado que únicamente se salvan del zarpazo oriental factorías de Islandia y Canadá.

Por su parte, los representantes de CC OO reclamaron al presidente "la urgente necesidad de acometer un plan estratégico y de inversiones que posibilite la operatividad de la fábrica avilesina y sostenimiento a largo plazo". Tanto CCOO de Industria de Asturias como la Sección Sindical de CCOO en Alcoa de Avilés sostienen que el programa de ahorro y contención del gasto está repercutiendo de manera negativa en el desarrollo de la misma.

La visita de Bartolomé fue anunciada ayer por la mañana y los trabajadores esperaban únicamente un encuentro protocolario. "No ha sido así, nos ha dicho que aún con una buena subasta eléctrica, la situación de nuestra fábrica es crítica", señaló José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa.

Tras la visita a Avilés, Bartolomé se dirigió a las fábricas de San Ciprián (Lugo) y La Coruña.