Mariví Monteserín, la alcaldesa de Avilés, reclamó a la dirección española de Alcoa que "se centre en la subasta de la interrumpibilidad para que salga bien" y que deje de meter miedo a sus trabajadores. "Tenemos los mejores trabajadores posibles, un polo industrial muy apetecible, un parque tecnológico. A esto sólo se tiene que añadir investigación y desarrollo. Si se consigue una buena tarifa, mejoraremos todos", recalcó. La regidora reaccionó así contra las malas noticias que trajo a Avilés el martes pasado el actual presidente de Alcoa España, Rubén Bartolomé. En su primera visita oficial a la planta de San Balandrán alertó a los representantes de los trabajadores que incluso con una buena subasta, la posibilidad de levantar las grandes pérdidas es remota. Y así calentó la subasta de la interrumpibilidad (el dinero que reciben las grandes consumidoras por desengancharse de la red) que se celebrará la semana que viene.

José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa de Avilés, exigió a la compañía que aplique el plan de inversiones que los trabajadores presentaron en 2011 "cuando negociamos un expediente de regulación de empleo", recordó. "Tenemos 289 cubas electrolíticas, de ellas 70 necesitan se reparadas y la empresa no lo hace", aseguró. Los trabajadores también insistieron en la necesidad de que Alcoa fije sus intereses "en lo importante, que es el precio del megavatio hora" y no en el problema global (la invasión china de los mercados). "Que nos deje vivir tranquilos", concluyó.