El secretario general de UGT, Cándido Méndez, considera que la presunta mejora económica que sufre España se debe a factores externos y que los Presupuestos Generales del Estado para 2016 son insuficientes para las necesidades del país. "La situación en España no está para tirar cohetes", ha asegurado en la apertura de la Escuela de Verano "Manuel Fernández Lopez Lito" del sindicato, que anualmente celebra sus conferencias y seminarios en Avilés. "Con una tirita no se puede taponar la hemorragia de una cornada en la femoral de la economía y la sociedad española, que es lo que han sido los presupuestos desde 2012", ha afirmado el líder ugetista.

Méndez considera "falta de consistencia" la afirmación de que España afronta un cambio de ciclo en la economía. A su juicio, el crecimiento que experimenta el país se debe a decisiones ajenas a su territorio. "Está empujado por un viento de cola que en un porcentaje muy alto no depende de la decisiones que ha tomado el Gobierno central", aseguró Méndez, que vinculó esta nueva situación a la depreciación del euro, la bajada del precio del petróleo y la política monetaria del Banco Central Europeo.

Además, el secretario general de la UGT afirmó que la caída del precio de las materias primas y la situación económica que atraviesa China pueden acarrear "graves incertumbres" a la economía española. Méndez cree que la situación que vive este año España no se mantendrá en 2016, por lo que ha reclamado un "golpe de timón" que a su juicio no se producirá con el proyecto presupuestario del próximo ejercicio.

El PSOE, contra el independentismo

En este mismo escenario, el presidente del Principado, Javier Fernández, ha asegurado que el PSOE "debe evitar acercarse a posturas independentistas. Ese es un terreno en el que, según Fernández, "no caben juegos de máscaras". De cara a las elecciones catalanas del 27 de septiembre, el jefe del Ejecutivo asturiano advirtió de que los socialdemócratas deberán enfrentarse al nacionalismo de Artur Mas, frente al rupturismo que pregona Pablo Iglesias y al inmovilismo de Mariano Rajoy.

"Mi posición es rotunda, claramente contraria a la independencia", ha afirmado el dirigente socialista, partidario de un modelo federal por medio de una reforma constitucional.