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La actualidad económica La crisis en la multinacional aluminera

Las horas más oscuras de Alcoa

La aluminera consiguió tres lotes de 90 megavatios en la subasta, y el comité de empresa de Avilés teme que vayan íntegros a la planta de San Ciprián

Participantes en la manifestación del pasado año contra el cierre de la planta de Alcoa en Avilés. RICARDO SOLÍS

El temor al cierre se cierne un año más sobre las fábricas de Alcoa en Avilés y La Coruña. Fuentes próximas a la subasta eléctrica que se desarrolla estos días en Madrid confirmaron que la multinacional aluminera, la empresa que más electricidad consume de España, consiguió el lunes tres bloques de 90 megavatios de los ocho que se ofertaron. Junto a Alcoa "compitieron" otras cuatro compañías, dos de ellas asentadas en la comarca: Asturiana de Zinc (Azsa), Arcelor-Mittal, Ferroatlántica y Celsa. Fuentes sindicales aseguraron que Azsa logró hacerse con los dos grandes lotes a los que optaba, y Arcelor con uno. Alcoa optaba a seis y se quedó solo con tres. Además, en su caso la adjudicación fue de forma directa, por lo que la empresa puede decidir cómo distribuye los bloques entre sus centros de producción: Avilés, La Coruña y San Ciprián.

En el comité de empresa avilesino temen que esos tres paquetes de 90 megavatios vayan íntegros a la planta de San Ciprián, y que las de Avilés (con 380 trabajadores directos) y La Coruña se queden en blanco. En la primera subasta que se celebró el año pasado, Alcoa se hizo también con tres grandes bloques. Poco después presentó sendos expedientes de extinción de contratos en las factorías de Avilés y La Coruña. Los levantó en la víspera de Nochebuena tras la subasta de repesca de diciembre.

En la multinacional guardan silencio e insisten en que "Alcoa ha competido por los bloques de 90 mientras tuvo posibilidad de pujar". También sostienen que continuarán en la puja por los bloques de 5 megavatios "con el fin de obtener el máximo valor posible que permita lograr un menor coste de producción por el precio de la energía". El resto es ya conocido: no habrá valoración alguna hasta que concluya la subasta y los resultados sean validados y publicados por los organismos pertinentes.

Los trabajadores de la factoría avilesina intentan ser optimistas, pero les ven las orejas al lobo. "Si es verdad que Alcoa consiguió solo tres bloques de 90, está muy fastidiado. No sabemos cómo los va a repartir. Lo lógico sería que fuese un bloque para cada planta, si no sería una agresión para la fábrica de Avilés", advirtió el presidente del comité de empresa de la planta de San Balandrán, José Manuel Gómez de la Uz (CC OO).

El portavoz de la plantilla considera que el escenario "es peor que el del año pasado". "Entonces nos quedamos fuera de la primera subasta, pero se celebró una extraordinaria de bloques de 5 megavatios. El precio medio fue entonces de unos 152.000 euros. Parece ser que la de este año ronda los 100.000 euros. Es una diferencia importantísima, y además hay 66 bloques menos que el año anterior. Va a haber una competencia bestial", añadió De la Uz. Para mantener la potencia de este año, Alcoa tendría que conseguir estos días unos 54 bloques de 5 megavatios.

La publicación especializada "El Periódico de la Energía" sostiene que los cuatro bloques de 90 megavatios que se adjudicaron el lunes en competencia alcanzaron un precio más alto que el año pasado: unos 25 millones de euros cada uno. En cuanto a lo adjudicado a Alcoa, según la misma fuente, el primero de los bloques tendría el precio medio de los adjudicados en competencia, y a los dos restantes se le aplicaría un efecto corregidor que ronda el 10% aproximadamente. ¿Y cuál es el precio medio de adjudicación de los bloques de 5 MW, a los que también opta Alcoa? Según "El Periódico de la Energía", en la primera jornada el precio medio de adjudicación fue de unos 100.000 euros el megavatio, es decir, 500.000 euros por cada bloque. La diferencia respecto al precio del año pasado sería de unos 75.000 euros.

En la subasta que se desarrolla en Madrid se habla de megavatios, pero lo que se reparte en realidad es dinero, la suma que cobran las compañías del Estado a cambio de desenchufarse de la red en caso de necesidades del sistema eléctrico. "La compensación que tenía Alcoa este año ya era insuficiente, imagínese si se reduce más para el próximo", puso como ejemplo el presidente del comité. Para colmo, la compañía ya hizo saltar las alarmas hace días, cuando el recién nombrado presidente de Alcoa en España, Rubén Bartolomé, trasladó a la plantilla que ni una buena subasta asegura el futuro de la aluminera en España apelando a la "invasión" China en el mercado.

El secretario de la UGT, Cándido Méndez, pidió ayer en Avilés al Gobierno de Mariano Rajoy que haga los deberes en materia energética: "Me parecería lamentable que el Gobierno diera una excusa, un argumento, a la dirección de la multinacional para que tomara una decisión ante la que estaríamos radicalmente en contra", dijo en referencia a un hipotético cierre. Y añadió: "El Gobierno debe aportar soluciones y alternativas a los costos de la electricidad".

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, defendió por su parte en el Senado el sistema de subastas para adjudicar los pagos por interrumpibilidad como la mejor fórmula para evitar que desde la Unión Europea sean considerados ayudas de Estado, lo que acarrearía sanciones. Soria insistió en que el modelo de subastas "no ha sido un capricho del Gobierno", sino una petición del sector.

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