"Tenemos muy claro a quién hay que perseguir y no es precisamente a los trabajadores, a los hosteleros". Con estas palabras se presentó ayer en la iglesia vieja de Sabugo el intendente de la Policía Local de Avilés, Rafael Rodríguez, ante una treintena de empresarios de la ciudad quejosos en su mayoría por el celo policial con los horarios de las terrazas. El encuentro lo impulsó la asociación cultural "Savia Nueva", que preside Patricia Herrera, con el objetivo de que el agente diera a conocer la legislación y la ordenanza que afecta a los establecimientos de ocio.
Rodríguez repasó los horarios de apertura y cierre de los bares con y sin música amplificada, mientras los hosteleros le recriminaban "las formas" de algunos agentes a la hora de aplicar la legislación. Anteayer los empresarios avilesinos aseguraron que trabajaban con miedo "igual que cuando gobernaba Franco". Criticaron también la "actitud despectiva" de algunos agentes. Ante esto, el intendente de la Policía Local de Avilés defendió el trabajo de su equipo. "Pero si hay un policía que actúa de forma irregular se le denuncia, y punto", recalcó.
El intendente insistió en que la policía "no denuncia de oficio a nadie". "Actuamos por quejas y denuncias, algunas de los mismos hosteleros". Ante la insistencia de los asistentes a la reunión, Rafael Rodríguez ofreció datos del registro de la Policía Local. Los agentes comprobaron este año 391 terrazas, de las cuales 204 tuvieron resolución favorable, 71 desfavorable y 116 están pendientes de tramitación. En cuanto al número de denuncias tramitadas por los agentes avilesinos, Rodríguez confirmó que sumaban 52. "Pero de estas 52, 38 denuncias fueron a locales que carecían de licencia para tener terraza", dijo. Otras dos denuncias, precisó, fueron a locales hosteleros que cerraron las instalaciones exteriores una hora más tarde de lo reglamentado y tres a establecimientos que sobrepasaron el horario permitido entre media hora y una hora. Esta última confesión generó el enfado de los presentes en el encuentro, a lo que Rodríguez respondió: "Con estos números no podéis decir que estamos persiguiendo a los hosteleros".
Aclaró al respecto que si hay una queja por una terraza abierta fuera del horario permitido y acude una dotación al lugar de los hechos "en ese momento se denuncia a ese empresario y a todos los demás que están abiertos".
La Ordenanza de terrazas está en vigor desde enero de 2014. "No hay ninguna instrucción por parte del gobierno local ni ningún interés en perseguiros. Siempre denunciamos a requerimiento de quejas de vecinos u otros hosteleros", reiteró el intendente, que explicó que el protocolo aconseja no entrar de uniforme en las "zonas de movida": "Por este motivo a veces los avisos se realizan por teléfono o al día siguiente", aclaró.
El intendente de la Policía Local de Avilés también hizo alusión a los "botellones" a petición de los hosteleros generando el nerviosismo de los mismos. "El botellón no está prohibido, lo que está prohibido es beber en la calle si se causan daños a personas o en la vía pública. De los botellones de San Agustín no tuvimos quejas, ni una. Sí presentamos siete denuncias al Fiscal del menor por menores bebiendo en la calle", precisó.
Conciertos
La reunión en la iglesia vieja de Sabugo giró en cualquier caso en torno a los horarios de cierre de los establecimientos y más concretamente de las terrazas. "Se podría regular el horario, así lo recoge la Ley, pero eso debe hacerlo el Ayuntamiento, que ya levanta la mano en las fiestas del Carbayedo, San Agustín o ahora en Versalles, cuando no hay horario de terrazas", explicó.
Los hosteleros también le echaron en cara que en Oviedo o Gijón la Policía Local es menos estricta con los locales de copas. A lo que Rodríguez respondió: "Como mínimo la Policía Local de Avilés es tan permisiva como la de Gijón si no es más". Los hosteleros también preguntaron al intendente de la policía avilesina sobre la legalidad o no de la música amplificada y los conciertos en la calle. "Sabemos donde hay conciertos, basta ver la agenda de LA NUEVA ESPAÑA de los fines de semana, pero no vamos a casi ninguno, no perseguimos a los trabajadores, eso que quede claro", concluyó, al tiempo que anunciaba la intención del Ayuntamiento de Avilés de "poner orden a la música en la calle".
