El Ministerio de Industria liquidó ayer por la tarde la subasta eléctrica que se venía desarrollando desde el pasado lunes en Madrid, en la que se distribuyen los pagos que bonifican a las plantas industriales que están dispuestas a desconectarse del sistema en caso de necesidad. Los resultados están en manos de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) para su validación y Alcoa evalúa el futuro de las plantas de Avilés, La Coruña y San Ciprián mientras guarda como oro en paño lo que ha obtenido en las pujas. Las estimaciones que existen hasta el momento es que la multinacional ha perdido unos 10 millones de euros en bonus eléctricos en relación a las subastas del año pasado, cuando amenazó con el cierre de las factorías de Avilés y La Coruña. La plantilla de San Balandrán, sumida en la incertidumbre, protesta por la falta de información y urge conocer si la fábrica ha logrado interrumpibilidad para 2016. De no ser así, la situación sería agónica.

La convocatoria inicial concluyó ayer por la mañana, pero los pujadores regresaron al recinto ferial madrileño Ifema a las 15.30 horas para participar en la subasta adicional que había previsto el Gobierno en caso de que no se distribuyese todo el presupuesto fijado para interrumpibilidad, estimado en unos 540 millones de euros. Poco después de las siete de la tarde, Red Eléctrica comunicó que la subasta adicional había finalizado, y que hará públicos los resultados una vez que la CNMC valide todo el proceso.

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que la multinacional estadounidense se hizo en la sesión del lunes con tres grandes bloques (los de 90 megavatios) por asignación directa, por lo que puede decidir cómo los distribuye entre las tres factorías, algo que ha despertado recelos entre los representantes de los trabajadores. Lo que no ha trascendido es el número de bloques de cinco megavatios que ha conseguido en los últimos días, si bien desde la multinacional vienen insistiendo a lo largo de toda la semana que ha acudido a las sesiones con el objetivo de lograr "lo máximo posible para reducir el coste energético para 2016 de las tres plantas españolas".

Los sindicatos no lograron conseguir ayer información alguna sobre los resultados de la subasta. "Los trabajadores están sumidos en la incertidumbre. Nos parece una falta de respeto la poca información que tenemos. Al menos deberían decirnos si Alcoa ha conseguido potencia suficiente para 2016 para la planta de Avilés. Estamos pendientes, preocupados y muy expectantes ante lo que suceda mañana (por hoy). Puede haber una repercusión inmediata en Avilés", manifestó anoche el presidente del comité de empresa de la planta avilesina, José Manuel Gómez de la Uz (CC OO). El representante de los trabajadores insistió en que "el sistema de subastas no es válido para el sector del aluminio". "Si el Gobierno quiere que haya aluminio primario en España tiene que buscar una solución viable al sector", concluyó.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, manifestó ayer su preocupación e incertidumbre por las consecuencias que la subasta eléctrica que terminó ayer tendrá para el futuro de la planta avilesina de Alcoa. "Estamos pendientes, preocupados y muy expectantes ante lo que suceda mañana (por hoy)", aseveró la regidora. Monteserín hizo referencia el pasado miércoles en la Escuela de verano de UGT a la multinacional aluminera y al precio de la luz. "Es fundamental apoyar la mejora productiva de nuestras empresas, como por ejemplo con una tarifa eléctrica competitiva que no ponga en juicio cada año a nuestra gran industria. Es una irresponsabilidad que pone en juego nuestro futuro como comarca. Pero tampoco vamos a aceptar coartadas por parte de ninguna empresa", aseveró.

El diputado de Ciudadanos en la Junta General del Principado, Ignacio Prendes, presentó ayer una iniciativa en la que pide al Gobierno asturiano que se dirija con contundencia al Ejecutivo central para solicitar todas las medidas que permitan a la industria disponer de una tarifa eléctrica asequible y competitiva. "Nos preocupa mucho la situación incertidumbre de algunas industrias, sobre todo de Alcoa", señaló Prendes.