Los vecinos de Solís estaban ayer llamados a vestir "como manda la tradición". Y muchos así lo hicieron: pantalón de mahón con faja roja los hombres, falda negra con delantal las mujeres. Así acudió buen número de las decenas de parroquianos que participaron en la procesión que partió de las inmediaciones de la iglesia parroquial y que llevó a los romeros hasta la ermita de los santos Justo y Pastor. La tradición fue el ingrediente principal de una jornada en la que el sol y la folixa conquistaron la parroquia corverana.

Tras la misa de campaña, y una vez que las imágenes volvieron a la ermita, los fieles besaron a los santos al tiempo que encendían velas a modo de ofrenda. Con la hora del vermú llegó el momento de la subasta del pan de escanda y de la cabra nipona, que tuvo como banda sonora los sones de la Banda de gaitas de Corvera.

Bajo un sol de justicia y entre alguna que otra racha de viento se desarrolló la gran corderada, que viene poniendo el menú a la fiesta desde hace catorce años. El postre lo sirvió la charanga El Felechu. Pocos se decantaron ayer por la siesta en Solís. Y es que tras la digestión, llegó la animación infantil, la carrera de cintas a caballo -otro de los clásicos de San Justo y Pastor- y la romería con la agrupación "Cabaret".

Los vecinos de Solís agotarán hoy los últimos cartuchos festivos. El programa incluye la presentación popular del rey y la reina de las fiestas (18.00 horas), la entrega del bollo y el vino (20.30 horas) y la última verbena, con la música de la orquesta "Tekila".