Pedro Menéndez de Avilés se paseó ayer triunfante por las calles de San Agustín de la Florida. El conquistador español, encarnado en un actor de vestimentas renacentistas, captó todas las miradas en la recreación con la que la ciudad más antigua de Estados Unidos celebró ayer el 450.º aniversario de su fundación. La bandera de Asturias ondeó orgullosa entre el resto de las representativas de la Florida, como la de la cruz de Borgoña. Menéndez de Avilés llegó en el "San Pelayo" al nuevo mundo para dirigir una expedición militar española que hiciera frente a la amenaza de los franceses instalados cerca de las posesiones españolas. Su papel en la historia fue mucho más que eso, ya que dejó las huellas históricas que llevan cada año a millones de visitantes a San Agustín de la Florida.

Los actos comenzaron temprano. A las ocho de la mañana, el reloj del Visitor Information Center finalizó su cuenta atrás, marcando así la llegada de Pedro Menéndez. Unas 10.000 personas siguieron después la recreación y la fiesta, que festejaron tras dos años de preparativos. El acto central se celebró en la primera parroquia cristiana de EE UU, que fundó el padre Francisco López de Mendoza (compañero de viaje de Pedro Menéndez) y bautizada como Misión Nombre de Dios. Tras la recreación se desarrolló un vistoso desfile por las calles de la ciudad y una misa en la catedral de San Agustín, en la que intervinieron el cardenal de Boston Omaly y 40 obispos.

La ciudad se volcó en la celebración, y los vecinos muestran su orgullo de vivir en la ciudad más antigua de EE UU. "The oldest city" es uno de los reclamos turísticos más utilizados en una localidad que guarda un lugar muy especial para la figura de Pedro Menéndez y también para los lazos con Avilés.

Una de las asistentes a los actos fue la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, que acudió en representación de la alcaldesa, Mariví Monteserín. "Es un orgullo poder estar compartiendo con nuestra ciudad hermana este aniversario", afirmó Alonso. Y añadió que el hermanamiento entre las ciudades permitió no sólo compartir la historia, sino también presente y futuro a través de diferentes proyectos. "Estamos en un gobierno global, partir de una historia común es importante, pero sobre todo es importante construir ciudades del progreso y ciudades donde las gentes se entiendan", subrayó.