La ralentización del consumo de materias primas por parte de China y la consecuente caída de los precios de los minerales y metales también afecta a Glencore, la empresa propietaria de Asturiana de Zinc (Azsa). El gigante minero suizo, que cotiza en la Bolsa de Londres, ha anunciado esta semana un plan de ajustes con el que pretende recortar deuda por valor de 10.000 millones de dólares, por lo que ésta pasará de cerca de 30.000 a unos 20.000 millones de dólares. Con este movimiento, recoge la prensa especializada, Glencore busca tranquilizar a sus inversores, que este año han visto cómo sus acciones de la compañía caían en picado.

¿Y cuáles son las medidas que adoptará la compañía minera y operadora de materias primas? La empresa emitirá hasta 2.500 millones de dólares en nuevas acciones, recortará el dividendo y venderá activos, entre otras. Glencore también ha anunciado planes para suspender la producción de sus operaciones de cobre en la República Democrática del Congo y en Zambia. Pretende dar impulso así al precio del metal, sacando del mercado unas 400.000 toneladas.

La compañía pretende con este plan "acelerar el desendeudamiento y mejorar sustancialmente los ratios financieros y de crédito", según expusieron el consejero delegado y el director financiero de la firma, Ivan Glasenberg y Steve Kalmin. Tras el anuncio de Glencore, las acciones subieron más del 9%. El valor de las acciones de la multinacional suiza es hoy un 60 por ciento menor que en 2011, cuando comenzó a cotizar en la Bolsa de Londres. Los analistas bursátiles encuentran explicación a este desplome en el estallido de la crisis china, que ha provocado que el precio de buena parte de las materias primas que explota el gigante que dirige Ivan Glasenberg esté, en la actualidad, por los suelos. La compañía se ha visto tocada sobremanera en sus departamentos de cobre, níquel y carbón. Sin embargo, el de cinc, que dirige el español Daniel Maté, se mantiene firme.