Una mujer de 43 años y vecina del grupo San Ramón de Los Campos, Raquel Fernández Menéndez, falleció la noche del pasado martes tras una colisión entre la moto en la que viajaba con su marido y un Seat Ibiza de color amarillo. El siniestro se produjo en El Portazgo, una localidad próxima a la curva de La Consolación y el acceso a Nuña. Raquel Fernández trabajaba en los almacenes de Alimerka en el departamento de frutas. "Mi mujer se me marchó al lado de casa", lamentaba ayer Francisco José Lara, el marido de la fallecida y que ayer atendió a LA NUEVA ESPAÑA.

La versión de los hechos varía según testigos. La fallecida y su marido regresaban de una escapada por Asturias junto a otros cuatro motoristas que viajaban en tres motos. Tras dar una curva, se encontraron con el vehículo. Algunos apuntan que en el momento del impacto entre la moto y el turismo, el automóvil estaba parado. Otros opinan que el coche circulaba, aunque a poca velocidad. Momentos antes de la colisión, la fallecida salió despedida a causa del frenazo y llegó a golpearse contra el turismo. "Sus piernas se quedaron bajo el coche", relata la pareja de la fallecida a primera hora de la tarde de ayer. "Recuerdo como si fuera ahora mismo que un compañero nuestro le dijo al conductor: ¿Qué cojones haces ahí parado?", añade el marido, que trabaja en la tienda Ovimoto, en el polígono de Silvota (Llanera). Otra de las motos también estuvo involucrada en el accidente y su conductor sufrió daños en el tobillo.

El marido de Raquel Fernández tiene claro que la velocidad con la que tomó la curva previa al accidente "era adecuada" y tras comprobar que "el coche estaba parado" decidió frenar para evitar un golpe con el turismo. Como consecuencia de la frenada, el cuerpo de la fallecida salió despedido. Tras el impacto, Raquel Fernández permanecía con vida. "Llamamos al 112 y la ambulancia tardó en llegar once minutos, que se hicieron larguísimos", comenta un vecino de El Portazgo. "Ella respiraba e intentaron reanimarla en el suelo", añade. Minutos después, la ambulancia trasladó a la mujer al Hospital San Agustín, donde falleció poco después.

El matrimonio regresaba a casa tras una jornada en la que habían pasado por Luarca, Trevías, Cornellana, Grado y Cayés, junto a Posada de Llanera. Esa fue la última parada del grupo. "Ella estaba contenta, me dijo que le estaba prestando mucho el día y me comentó que si ibamos a comer unos chipirones al bar Lagos", relata el marido de la fallecida, que dice conocer a la perfección esta carretera porque es la que utiliza a diario para desplazarse a su trabajo en el polígono industrial de Silvota (Llanera).

Esta pareja, muy conocida y querida en Los Campos, vivió hace años en los pisos próximos al polideportivo de la parroquia aunque últimamente habitaban en el grupo San Ramón.