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Castrillón

Cien años del cierre de la mina

Las investigaciones realizadas por Iván Muñiz han permitido datar la clausura de la explotación de carbón de Arnao el 11 de septiembre de 1915

Ana González, exconsejera de Cultura, y Ángela Vallina, exalcaldesa de Castrillón, el 30 de julio de 2013, en la mina.

Cien años se cumplieron ayer, 11 de septiembre, del cierre de la mina de Arnao El día en que se cerró la explotación de carbón más antigua de la península es sin duda una fecha digna de recordar; no obstante, se desconocía. Los estudios databan la clausura en 1915, pero no se conocía la fecha concreta. Las indagaciones del director cultural del Museo de la Mina de Arnao, Iván Muñiz, han permitido establecer el 11 de septiembre de 1915 como el día en que se tapió el pozo de carbón. "A la luz de la prensa coetánea, por primera vez podemos asegurar que el 11 de septiembre de 1915 fue el día en el que los últimos mineros abandonaron las galerías y la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) dio por cesada toda actividad extractiva", señaló Iván Muñiz.

Las entrañas de la mina de Arnao se habían abierto el 20 de diciembre de 1833. La RCAM se constituyó en 1833 gracias a la aportación de capital belga, aunque desde 1831 ya existían descripciones del yacimiento subterráneo de Arnao. No obstante, en los últimos años, los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García han descubierto documentos del año 1591 en los que Fray Agustín Montero, natural de Naveces, pedía al rey Felipe II apoyos para la explotación de la mina de Arancés, al lado de Arnao. La fundación de la RCAM corrió a cargo de los empresarios españoles Joaquín María Ferrer y Felipe Riera y Rosés y del banquero belga Nicolás Maximiliano Lesoinne. El carbón de Arnao salía por el puerto de San Juan de Nieva hacia otras regiones de España y también hacia Portugal.

La RCAM inició en 1849 la investigación del mineral del cinc y en mayo de 1853 constituyó una sociedad para la producción de este producto cuyo objetivo era la explotación de las concesiones carboníferas de Arnao y otras de cinc y plomo junto con su tratamiento metalúrgico. La fundición se puso en funcionamiento en 1855.

Durante varios años la mina y la fábrica funcionaron al unísono hasta que en 1903 comenzaron los problemas en el pozo de Arnao por las filtraciones de agua del mar. En 1905 se produjo una gran filtración que obligó a reducir la extracción de carbón y, finalmente, se cerró el 11 de septiembre de 1915 al inundarse las galerías por el agua de mar.

El cierre fue definitivo y la mina estuvo tapiada hasta 2008, cuando técnicos de la empresa Sadim del grupo Hunosa accedieron al pozo con el objetivo de acometer la recuperación de la mina que se abrió al público el 30 de julio de 2013.

El cierre de la mina fue definitivo, pero no lo percibieron así en su momento los trabajadores y vecinos de Arnao. "Hoy, con la perspectiva del tiempo, sabemos que aquella interrupción de los trabajos fue categórica y que la mina no volvió a reabrirse jamás, pero en aquel entonces la sensación de los contemporáneos era bien distinta. Aún existían esperanzas de que este ocaso fuese un asunto pasajero y nuevas vetas de carbón emergiesen del mar o de las rocas. Por otra parte, el cierre de las explotaciones ocasionó un grave problema a la RCAM, que se vio privada por primera vez desde 1853 del preciado combustible que alimentaba sus hornos de cinc", indicó Muñiz.

"Podemos asegurar que al menos en octubre de 1916 se realizaron nuevos intentos de localizar vetas de carbón. Una cuadrilla de trabajadores reasentados en la fábrica se reintegró a su viejo oficio minero y sondearon en distintas zonas de Santa María del Mar. Una de esas exploraciones, ubicada en la "Pumarada de Manín de Santa", despertaba grandes esperanzas y en ese mes de octubre una extensa galería transversal de 25 metros de longitud había llegado hasta la veta de carbón. La satisfacción debió ser inmensa y los cálculos más optimistas indicaban las posibilidades de que en ese campo de explotación el carbón acumulado pudiese alcanzar las 40.000 toneladas. La mina parecía respirar y revivir. El otro punto donde se realizaron sondeos fue La Llada, ya que se sospechaba que las vetas se dirigiesen hacia los valles de Naveces, Santiago del Monte y Bayas, continuando la dirección de las explotaciones submarinas que las filtraciones de agua habían obligado a abandonar dejando carbón sin extraer", manifestó el director cultural del museo.

La alegría fue efímera, en febrero de 1917 el banco de carbón bajo los manzanos de la Pumarada de Manín se había agotado y los sondeos de La Llada no habían reportado resultado alguno. En ese mes la RCAM ordenó suspender definitivamente los trabajos.

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