La multinacional Alcoa, que mantiene en vilo la comarca por las dudas que ha sembrado sobre su futuro en Asturias, ha invertido en la última década más de 200 millones en sus factorías de Avilés y La Coruña, si bien estas se han limitado a obras medioambientales para cumplir con la legislación vigente. Mientras, la factoría local está cada vez más deteriorada, sostienen los trabajadores. El 35% de las cubas de la planta de San Balandrán (cuenta con dos series con 145 y 144 cubas, respectivamente) permanecen inoperativas desde hace unos años y sin que se haya trabajado en su mantenimiento, denuncia la plantilla.
La inversión de Alcoa en Avilés en la última década supera ligeramente los 120 millones de euros, según ha podido saber este periódico. Los trabajos que se desarrollaron fueron los siguientes: se invirtieron unos 72 millones en las cubas para reducir las emisiones de fluoruro y de polvo durante el proceso de electrólisis; 16 millones fueron destinados a reemplazar la pasta húmeda por seca, para reducir las emisiones de dióxido de carbono y fosfuro de bario, así como la exposición de los trabajadores a estos gases. Catorce millones fueron para actualizar los rectificadores de una de las subestaciones eléctricas y cuatro para actualizar el sistema de recolección de gas (esta última actuación permitió reducir las fugas de alúmina a la atmósfera). Por último, Alcoa destinó otros 14 millones a otra serie de medidas también destinadas a cumplir con la legislación, como el remplazo del sistema de control de las cubas por uno más moderno y eficiente, la construcción de la planta de reciclado de aluminio y la mejora del recubrimiento de las cubas, entre otras actuaciones.
La política inversora de Alcoa ha sido muy similar en la planta de La Coruña. Invirtió en ella en diez años, y antes de 2009, 81 millones de euros, suma que se destinó principalmente a reducir las emisiones a la atmósfera. La planta de La Grela tiene una capacidad de 87.000 toneladas al año y produce aluminio primario en forma de placas (para laminación) y tochos (para extrusión), así como pasta electrometalúrgica para hornos eléctricos.
Fuentes del comité de empresa de la factoría de Balandrán vienen alertando no sólo de la ausencia de inversiones en la planta (fechan la última en 2006), sino también de la falta de mantenimiento. "Alcoa está operando con el 65% de las cubas. El resto están para demoler y reparar, un proceso que hay que hacer en este tipo de fábricas de aluminio. La empresa lleva ya mucho tiempo acumulando cubas paradas en vez de repararlas", señalaron fuentes del comité.
Además de la falta de mantenimiento de las cubas, los trabajadores sostienen que "las subestaciones eléctricas tienen ya muchos, el parque de vehículos es escaso y también está mal mantenido". "Hacen falta mejoras tecnológicas. Cuando Alcoa presentó el ERE en 2011 había un plan de viabilidad, pero no lo ha cumplido. Es más, no ha hecho absolutamente nada", sostienen.
El comité mantendrá una ronda de reuniones en los próximos días con los partidos políticos para trasladarles su preocupación y recabar apoyos.
