El gobierno pulirá el plan especial de mejora del casco histórico antes de mostrarlo a los grupos para su debate. Hace unos meses, a finales del anterior mandato, el portavoz socialista, Luis Ramón Fernández Huerga, anunció que los técnicos municipales habían rehecho el documento correspondiente a la ordenación de varios puntos del corazón histórico, pero no se llegó a debatir para su aprobación. "Preferimos que no fuera objeto de discusión política durante la campaña electoral", explicó Huerga. Ahora, sin embargo, ha llegado el momento de retomar el trabajo para poner punto y final a más de una década de intentos fallidos de aprobar el documento.

"Hemos hecho algún cambio técnico. Sin prisa pero sin pausa daremos un repaso de todas las actuaciones y cifras para conseguir un documento más completo que presentar a la oposición para que lo estudie con tiempo suficiente", explicó el portavoz socialista. Y añadió que la intención del gobierno es poder incluir alguna novedad sobre el borrador inicial. No hay una fecha exacta para la conclusión de esta tarea, pero Huerga avanzó que la intención es poder presentar el plan especial a finales de este año o principios del que viene. "Las prioridades ya están definidas y ahora falta ver si podemos incorporar alguna cuestión más", puntualizó.

Entre esas prioridades, según había explicado en el anterior mandato Huerga, se encuentra rescatar un segmento de muralla y despejar el entorno de la cabecera de la iglesia de San Antonio -antigua de los Padres Franciscanos- y de la capilla de las Alas. El trabajo fue encargado por decreto de Alcaldía -y llevado a Pleno en agosto de 2014- después de que el TSJA tumbara por defectos de forma el documento anterior. El plan, coordinado por el director del área de Urbanismo, Julio Redondo, modifica sustancialmente la planificación previa. Elimina la obligación para los promotores de ceder equipamientos públicos y desliga las operaciones unas de otras.

Los intentos de tramitación duran ya 14 años. La elaboración del plan especial de mejora del casco histórico comenzó en mayo de 2001 con la contratación del arquitecto Carlos Ferrán. Al rosario de alegaciones por parte de los afectados y las demandas admitidas a trámite, se sumó finalmente la sentencia del TSJA, en febrero de 2014, año y medio después de la aprobación del documento con los votos a favor del PSOE e IU, que pidió garantizar que se incorporarían a posteriori las conclusiones del informe de Patrimonio.