Los peores presagios se cumplieron. Armadores, pescadores y responsables de la rula de Avilés vaticinaban que agosto sería pésimo en cuanto a capturas de bonito del Norte, y así ha sido: las descargas de atún descendieron un 43 por ciento el mes pasado en la rula avilesina en comparación con el mismo periodo de tiempo de 2014. Esto ha llevado a los armadores a abandonar definitivamente la costera, que otros años prolongaban hasta septiembre.
El precio tampoco acompañó a los pescadores: el pasado año, con más capturas, el bonito del Norte se vendió durante el mes de agosto a 3,64 euros el kilo y este año, con escasez de capturas, el atún cotizó 66 céntimos de euro más caro. En total, durante todo el verano, de junio a agosto, en la rula de Avilés se subastaron 646.535 kilos de atún, 312.224 menos que en 2014, siempre según datos facilitados ayer por la Dirección General de Pesca del Principado de Asturias.
Si bien la caída de la pesquería del bonito repercutió en el balance de final de mes de la lonja de Avilés -se rularon 1.642.952 kilos de pescado que generaron 3.294.918 euros-, el despunte de especies como el bocarte hizo que la facturación no cayera en picado. Habría que remontarse a 1990, según la memoria de pescadores veteranos, para encontrar noticias de una costera de bocarte tan fructífera como la de este año. Solo en junio y en tres días, la rula avilesina comercializó más de 200.000 kilos de bocarte; es decir, recibió en tres días tantos kilos de bocarte como la mitad del que se pescó en todo el verano de 2014, que fue uno de los mejores de la década, y 5,4 veces más que en 2013. El bocarte se vendió en agosto a 1.18 euros el kilo, de media. Se rularon más de 161.000 kilos.
El calamar es otra de esas especies que van y vienen, según las mareas. El mes pasado se rularon 4.760 kilos a casi quince euros el kilo. En este caso la cifra llama la atención respecto a la registrada en agosto de 2014 cuando únicamente se rularon 888 kilos del popular cefalópodo. Las especies que alcanzaron precios en rula por encima de los 18 euros fueron, además de los crustáceos (bogavante, cigala, percebe y santiaguín), la dorada, el lenguado, el lubina, la palometa roja y el rodaballo, que se vendió a 28,95 euros el kilo en la lonja avilesina.
