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"Nadie ha pronunciado la palabra cierre", tranquilizan desde el Gobierno regional

Fuentes del Gobierno asturiano consultadas por este diario aseguran que de las conversaciones mantenidas en las últimas semanas por responsables políticos de la región y de la multinacional Alcoa no se desprende una preocupación "inminente" por el futuro de la fábrica de aluminio de Avilés, si bien se hace énfasis en la necesidad de "acabar con la incertidumbre" que reina en torno a la compañía pues la misma "atenaza" la toma de decisiones y podría ser la antesala de "males mayores". Esta percepción del Ejecutivo asturiano es consecuencia de lo hablado en diversas ocasiones con los directivos de Alcoa en España; éstos, a diferencia del año pasado, no han conjugado el verbo cerrar en referencia a las plantas productivas de la aluminera, una de ellas ubicada en Avilés y que da empleo a medio millar de personas.

También en medios sindicales valoran el hecho de que desde Alcoa no se hayan planteado medidas drásticas, como el cierre de fábricas, si bien el grado de desconfianza para con la empresa es muy alto y también se critica la falta de claridad en los mensajes de la multinacional. "No es de recibo que nos tenga en este sinvivir", manifestó Daniel Cuartas, responsable de la UGT en la fábrica de San Balandrán, en referencia a la planificación de 2016. Por el conocimiento que tienen los sindicatos, Alcoa aún analiza en qué situación quedan sus fábricas españolas tras haber perdido un 10 por ciento de dinero en la última subasta de retribuciones eléctricas.

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