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Un pulso minero al Cantábrico

El geólogo Juan Eugenio Ramos buceó en el archivo de Azsa para arrojar luz sobre los intentos de reabrir el pozo de Arnao tras su cierre por inundación en 1915

Juan Eugenio Ramos, durante la conferencia en el Museo de la Mina de Arnao. IRMA COLLÍN

La Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) de Arnao hizo todos los esfuerzos posibles desde que cerró la mina en 1915 y durante 10 años para volver a abrir el pozo. Este es uno de los resultados de las investigaciones realizadas por el geólogo Juan Eugenio Ramos en sus indagaciones en el archivo histórico de Asturiana de Zinc (Azsa). El investigador localizó en el archivo datos hasta ahora desconocidos que expuso ayer en la ponencia que ofreció en el Museo de la Mina de Arnao "1916-1925: Estudio de las posibilidades de explotación del Carbonífero de Arnao".

"La RCAM trajo a Arnao a los mejores investigadores de la época para intentar mantener abierta la explotación de carbón. La empresa necesitaba el mineral para la fundición de cinc y también para mantener a los trabajadores. Hizo todos los esfuerzos posibles para volver a abrir la explotación, pero no pudo ser", dijo. La mina de Arnao, que se abrió el 20 de diciembre de 1833, se cerró definitivamente el 11 de septiembre de 1915; la fecha fue desvelada recientemente por el director cultural del museo, Iván Muñiz.

El carbón de Arnao, pozo conocido popularmente como "El Güelo" por ser el primero que se puso en marcha en Asturias, salía por el puerto de San Juan de Nieva hacia otras regiones de España y también hacia Portugal. El primer ferrocarril al servicio del yacimiento arrancó en 1834 y servía para transportar el carbón desde las galerías hasta la playa de Arnao. Durante las primeras décadas del ferrocarril de vía estrecha, la explotación se realizó por medio de tracción de sangre, es decir que el vehículo lo arrastraban animales vivos: burros, bueyes o caballos.

La RCAM había iniciado en 1849 las investigaciones sobre el mineral del cinc. La fundición del cinc de Arnao se puso en funcionamiento en 1855. Durante varios años, la mina y la fábrica funcionaron al unísono hasta que en 1903 comenzaron los problemas en el pozo de Arnao por las filtraciones de agua del mar. En 1905 se produjo una gran filtración que obligó a reducir la extracción de carbón y, finalmente, se cerró el 11 de septiembre de 1915 al inundarse las galerías por el agua de mar. La fábrica de cinc sigue activa.

"Hubo varios problemas que impidieron la reapertura de la mina, algunos derivados de que se trataba de una explotación por debajo del nivel del mar. Asimismo, la porosidad de la roca era alta y había muchas filtraciones de agua salada", señaló Ramos. El geólogo manifestó que en las prospecciones que se realizaron se encontró carbón pero las condiciones para seguir explotando la mina eran difíciles. "En el primer cuarto del siglo XX las condiciones técnicas no eran las actuales y la RCAM decidió comprar la mina 'La Nueva' en el valle de Samuño, en Langreo".

Juan Eugenio Ramos sostiene que, según los estudios que a los que ha tenido acceso, en el yacimiento de Arnao sigue habiendo carbón en abundancia. "El carbón sigue ahí, pero ahora mismo quizás no tendría uso y también habría que estudiar el coste de la extracción para conocer su rentabilidad", dijo.

El geólogo ha formado parte de varios equipos de trabajo interdisciplinares y realizó estudios sobre espacios naturales protegidos y sobre elementos del patrimonio histórico asturiano. Es autor de varias publicaciones individuales y colectivas y miembro del equipo investigador del castillo de Gauzón que dirigen Iván Muñiz y Alejandro García. "El archivo de Azsa es extraordinario en todos los aspectos", concluyó Juan Eugenio Ramos.

El Museo de la Mina de Arnao, entidad del Ayuntamiento de Castrillón que gestiona la empresa Sadim del grupo Hunosa, ha organizado para los meses de septiembre y octubre una serie de actos culturales que incluyen música, cine, conferencias, entrevistas y exposiciones. La charla de ayer fue la primera de las actividades programada para este otoño en el museo que puede visitarse todos los días excepto los lunes.

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