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Luanco, con una playa veinteañera

La ampliación del arenal luanquín, que se inauguró el 21 de agosto de 1995, requirió de un gran aporte de árido que llegó a los 120.000 metros cúbicos

Luanco, con una playa veinteañera

La playa de Luanco es una veinteañera. Hace dos décadas que el arenal pasó de ocupar un espacio de apenas 1.000 metros cuadrados a superar los 25.000 actuales. De esa manera, se evitó que las pleamares cubrieran casi la totalidad de la zona de arena. "Cuando había marea alta, había veces que había que retirar todos los toldos", recuerda Humberto Viña, uno de los responsables de esta obra cuando ocupaba el cargo de director general del Ministerio de Medio Ambiente, Obras Públicas y Transportes.

Esa actuación, que fue finalizada el 21 de agosto de 1995, conllevó también la transformación del viejo paseo marítimo. "La obra se desarrolló muy rápido, comenzó en abril o mayo y finalizó en agosto", explica Viña. La inversión total fue de 243 millones de pesetas, es decir, 1,4 millones de euros actuales.

En un principio, la actuación no figuraba en la agenda política local. El entonces Alcalde, Emilio Santos (PSOE), solicitó eliminar el estrechamiento del paseo marítimo junto al arenal. "Por aquella época, el responsable de la Demarcación de Costas era Gregorio Ganz y durante una visita a Luanco se le planteó la posibilidad de ampliar la playa existente y comenzó a gestionarse el proyecto", destaca Humberto Viña.

La obra fue dividida en dos bloques. Por un lado, la intervención en el paseo marítimo se centró en la renovación de 450 metros de longitud de firme. Y por otro se realizó el aporte de arena a la playa y la construcción de un nuevo espigón de 105 metros. "Necesitamos 120.000 metros cúbicos de arena para cubrir toda la superficie de la playa", señala el exalto cargo del Ministerio de Medio Ambiente. "Por aquel entonces, muchos decían que el espigón no iba a aguantar y míralo, ahí está después de veinte años", señala Humberto Viña.

Tras ese importante aporte de arena, fue necesario otro que se ejecutó hace unos diez años. "Si antes podían acudir a esta playa unas trescientas personas, la ampliación permitió multiplicar por treinta su aforo", explicó Viña. La actuación conllevó también la instalación de una barandilla, que imita la oxidada borda de un barco, así como la mejora de las instalaciones de la playa: por ejemplo, los vestuarios, que recuerdan a las casetas de la playa de principios de siglo XX. "Con muy poco, esta obra consiguió cambiar la fachada marítima de esta parte de Luanco", apunta Humberto Viña.

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