El Avilés Club de Empresas, la asociación fundada hace cuatro años con el propósito de impulsar la actividad congresual en la ciudad, emprende un periodo de tres años con directiva renovada y nuevos objetivos en cartera, entre ellos incrementar su masa social, conseguir la celebración de algún evento de referencia y lograr retornos económicos "palpables" para sus miembros, en su gran mayoría empresas relacionados con el turismo y con la prestación de servicios a ferias, congresos y actos similares. Uno de los puntales de esta nueva etapa, según explicó ayer el presidente electo del Club, Francisco Fernández Cuervo-Arango, será la incorporación del Centro Niemeyer a la directiva de la entidad; lo hace en la persona de su director, Carlos Cuadros, y "por el bien del turismo", con la idea de reforzar los vínculos entre ambos organismos para aprovechar el "tirón" que tiene el centro cultural y que, según perciben en el sector hotelero avilesino, se traduce en la visita de buen número de personas a la ciudad.

Francisco Fernández Cuervo-Arango, empresario del transporte (Autos Villa), hizo firme ayer sin oposición alguna la presidencia que venía ejerciendo en el Avilés Club de Empresas desde que el pasado mes de mayo cesó en el cargo por motivos laborales su antecesor, Pedro de Rueda. La acompañará de vicepresidente Raúl Fernández Martín, director del hotel NH Collection Palacio de Avilés. Ambos coinciden en que tras una primera etapa de cristalización del joven proyecto -el Club data de 2011- ahora es el momento de dar nuevos pasos para consolidar la actividad de congresos en Avilés y que su reflejo en el turismo, perceptible en los últimos años, se traduzca en beneficios tangibles.

"Nos hemos marcado cinco objetivos fundamentales para el nuevo mandato: incrementar el número de socios de los actuales 38 hasta los 45 o 50, conseguir retornos palpables a través de la actividad económica ordinaria para los asociados, llegar a celebrar algún evento de referencia, mejorar los que se realizan con especial atención, entre otros, a los deportivos e inventar algo que nos distinga", explicó el presidente.

La lectura del panorama económico que hacen en el Avilés Club de Empresas es relativamente alentador; Raúl Fernández Martín destaca que el balance turístico de los últimos meses ha sido positivo -"señal de que, aparte de un repunte económico y más alegría en el gasto, hay un cambio de tendencia fruto del cual Avilés ha dejado de ser un destino secundario para convertirse en una oferta atractiva por sí sola"- y subraya la importancia de que la ciudad esté a punto de recuperar la capacidad de plazas hoteleras que tenía hace un lustro y que se redujo ostensiblemente como consecuencia del frenazo económico que trajo consigo la crisis.

Los responsables del Avilés Club de Empresas anuncian que tienen la intención de trabajar por combatir la estacionalidad del turismo local -uno de los grandes problemas que ahora mismo padece el sector- y que para eso cuentan con todas las infraestructuras existentes susceptibles de ser usadas para actividades congresuales, celebrativas o que impliquen la atracción de visitantes. "Obviamente tenemos un elemento singular diferenciador muy potente como es el Niemeyer y un pabellón ferial cuya actividad deseamos que siga aumentando, pero también tienen posibilidades espacios como el Faro de Avilés, el Museo Minero de Arnao, en Castrillón; el Museo Marítimo de Asturias, en Luanco; el teatro Palacio Valdés y otros que pueden encajar en nuestros planes", indicó Francisco Fernández Cuervo-Arango.

Todo lo anterior se quiere articular para afianzar la posición de la comarca como referente de congresos y eventos -en sus más amplias acepciones-, en el convencimiento de que será posible generar a las futuras visitas el deseo de repetir la experiencia de visitar Avilés y sus alrededores. "Esto es algo testado: Avilés sorprende para bien y quien nos visita se queda con ganas de más; el reto es ampliar el número de primeras estancias y en esa línea vamos a trabajar", expuso el presidente.