El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, deja entreabierta la puerta a posibles cambios en el modelo de la subasta eléctrica que reparte cada año unos 500 millones de euros entre las llamadas industrias electrointensivas, compañías que como Alcoa, Azsa y Arcelor consumen cantidades ingentes de kilovatios y cobran unas retribuciones por su disposición a interrumpir su abastecimiento energético en caso de necesidad; de ese modo alivian el coste de su factura eléctrica.

Esa disposición a hacer cambios, que irían en el sentido de lo que piden empresas altamente dependientes del precio de la luz como Alcoa, fue la que interpretó el consejero de Industria del Principado, Francisco Blanco, quien ayer planteó a Alberto Nadal la necesidad de que el sistema de subasta de interrumpibilidad eléctrica tenga una periodicidad más larga (ahora es de solo un año), al menos para una parte de los megavatios subastados. Éste fue uno de los asuntos que Blanco puso sobre la mesa en un encuentro al que también asistió el director general de Minería y Energía, Isaac Pola.

El consejero asturiano propuso la modificación del sistema de interrumpibilidad, de manera que se reserve una parte de los megavatios para realizar subastas que tengan una vigencia de tres o cuatro años. De esta manera, en opinión de Blanco, "se dotaría el sistema de mayor estabilidad y se garantizaría una tarifa más competitiva a las empresas electrointensivas como Alcoa". La propia empresa expuso la semana pasada que le sería de gran ayuda reducir la incertidumbre que le produce el actual modelo, que la condena a competir cada año contra otras empresas por obtener lotes de kilovatios con derecho al cobro de las primas de interrumpibilidad.

Francisco Blanco destacó en declaraciones posteriores a su entrevista con Nadal la receptividad del secretario de Estado a la propuesta del Principado. "Han valorado nuestro planteamiento como una alternativa positiva que van a estudiar, de forma que se saque a subasta un porcentaje de megavatios a un plazo más largo y que el resto se deje para las empresas que anualmente entran en el sistema", manifestó.

Asimismo, el titular de Industria trasladó al ministerio la posibilidad de introducir en la puja de derechos de interrumpibilidad un nuevo tipo de bloques de un tamaño intermedio -en la actualidad se ofrecen bloques de cinco y de noventa megavatios- para otros perfiles de empresas (como Alcoa, cuya estructura de costes eléctricos la convierte en especialmente sensible al precio de la luz), propuesta que también valorará el Ejecutivo central.

Tras el encuentro, el responsable de Industria del Gobierno asturiano se mostró esperanzado con la posibilidad de tener un nuevo marco regulatorio antes de la subasta del próximo año "para asegurar un suministro más fiable".