Las baterías de coque de Avilés emplean en la actualidad a más de 700 de trabajadores, entre personal de producción y auxiliar. La coquería de Avilés produce algo más de 1,4 millones de toneladas de carbón coquizado al año. Comenzó su producción en paralelo a la producción de acero, es decir, a mediados de los años cincuenta. El coque es un tipo de carbón con un poder calorífico de primer orden, fundamental para transformar el mineral de hierro en arrabio, que es la materia prima del acero.

Durante algo más de treinta años, convivieron las producciones de coque de Avilés y de Gijón. La planta gijonesa nació para alimentar los hornos altos de la compañía Uninsa, que terminó fusionándose con Ensidesa en los setenta. La consecuencia de esta fusión se vivió en los noventa, con el cierre de los hornos altos de Avilés y con el declive de la destilería de carbón de Gijón. Finalmente, la compañía cerró en 2013 la coquería. Este cierre no supuso problemas laborales dado que el personal de Veriña fue reubicado en la planta de Avilés.

Algo semejante sucedió en la industria auxiliar. En este momento, algo más de doscientas personas de las subcontratas están destinadas al mantenimiento de las instalaciones de destilación de carbón. Personal que hasta 2013 estuvo en Gijón pasó entonces a Avilés. Los sindicatos entienden que, en el caso de que cierren definitivamente, las baterías de Avilés el personal que está trabajando ahora en ellas no va a sufrir más allá que un cambio de puesto. Arcelor-Mittal tiene capacidad para absorber a todos.