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GUMERSINDO BARAGAÑO | Coronel de la Guardia Civil en la reserva, preside la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas de Asturias

"Es de valorar el ejemplo de tranquilidad y serenidad que dan las Fuerzas Armadas"

"Con el tiempo cambian los medios y la formación, pero no el espíritu de los servicios militares: ayudar a la población y dar seguridad a los países"

Gumersindo Baragaño, en la Cantina de Renfe de Avilés.

Desde 1957, año del nacimiento de la Real Hermandad de Veteranos de la Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, hasta el 2015 actual, este colectivo ha crecido para alcanzar los 30.000 asociados, 500 de los cuales pertenecen a la delegación de Asturias. Una parte de este medio millar realizó la pasada semana una visita a Avilés. Al frente de la comitiva figuraba el coronel en la reserva de la Guardia Civil Gumersindo Baragaño, presidente de dicha hermandad en Asturias.

-¿Cómo nació la Real Hermandad de Veteranos?

-Fue fundada en 1957 por un teniente coronel de la Guardia Civil en Valladolid. Se fue extendiendo a toda España y acabó centralizada en una junta nacional en Madrid. A partir de ahí fue creciendo y expandiéndose por todo el país como Hermandad de Retirados, Viudas y Huérfanos de las Fuerzas Armadas. Pero a medida que iba avanzando el tiempo, los estatutos no se adaptaban a los momento cambiantes con lo cual se cambiaron y aquella hermandad que tenía una finalidad de mutua ayuda se ha convertido en la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. El nombre de real viene porque el propio Rey don Juan Carlos es presidente honorario de la hermandad.

-¿Cómo está estructurada?

-En cada provincia hay una delegación que está mandada por un presidente; también hay un secretario, vocales y socios que son los militares que pasan a la reserva -que están retirados-, así como las familias, viudas, huérfanos y todo aquel que presentado por un socio de número tiene una afinidad con las Fuerzas Armadas.

-¿Qué objetivos se plantean?

-Mantener vivo el espíritu militar. Nuestros principios estatutarios se rigen por la fidelidad a las Fuerzas Armadas, a la Constitución y al Rey. La Hermandad acoge a los militares procedentes de tierra, mar y aire.

-¿Mantienen relación con los profesionales que están en activo?

-Sí, incluso los miembros en activo pueden ser socios de la Hermandad, aunque no de número hasta que no pasen a la reserva. Mientras tanto tienen el título de socios colaboradores; para los gobiernos nacionales y regionales tampoco son elegibles hasta que estén en la reserva.

-¿Qué tipo de actividades programan?

-Nuestro objetivo es mantener la familia militar unida, conservar todos los valores que se han ido viviendo en la milicia, mantener las ayudas y llevar a cabo una actividad con los asociados en forma de viajes que nos aporten experiencias y conocimientos de tipo cultural.

-¿Están vinculados con asociaciones afines?

-Hay asociaciones afines como la "Lepanto" de Avilés, que agrupa a todos los veteranos de la Armada, a gente que ha prestado servicios en las fuerzas de mar. Todos son socios de la Real Hermandad de Veteranos.

-Dice que mantienen vivos los valores propios del Ejército, ¿cómo?

-Sí, esos valores siguen vigentes. Prueba de ello es el número de asociados que hay. El 2 de octubre celebraremos una reunión de todos los socios que quieran participar en el Día del veterano. Es el día en el que todos los que hemos pertenecido a las Fuerzas Armadas nos reunimos. Este año iremos a Barcelona; en el cuartel del Bruch nos juntaremos unos cuatro mil veteranos de toda España.

-¿Desde la reserva se siente añoranza por la vida militar?

-No, porque tenemos una forma de vida que asumimos desde muy jóvenes. Nos ha ido tan bien con ella que para qué perderla.

-¿Considera que las Fuerzas Armadas han cambiado?

-Han ido evolucionando permanentemente. Quizás dentro de 40 o 50 años tendremos otras funciones, pero siempre estarán centradas en prestar seguridad, dar garantía a las naciones y ayudar en aquello que humanamente la sociedad necesite. Esa es la finalidad última y evolucionará con los medios de que se dispongan en cada momento, pero el espíritu será siempre el mismo.

-¿Están más profesionalizadas?

-No es que estén más profesionalizadas, es que ha cambiado el sistema. El soldado, hoy, es un hombre con un compromiso por un periodo de tiempo y tiene una remuneración con arreglo a la función que realiza, no es el soldado de otros tiempos. La importancia de lo que hay que hacer exige una formación especial del hombre que va a prestar el servicio en las Fuerzas Armadas.

-¿Cómo ve la incorporación de la mujer en el Ejército?

-Tengo una hija en el Ejército, así que lo veo normal y creo que de la misma forma lo ven las mujeres, exactamente igual que en otras funciones de servicio a la sociedad. La incorporación de la mujer es un paso más en la evolución de las Fuerzas Armadas.

-¿Son inconcebibles las Fuerzas Armadas fuera del marco globalizado que caracteriza estos tiempos?

-Vivimos dentro de una aldea mundial. Hay 17 lugares en el mundo donde las Fuerzas Armadas de tierra, mar, aire y la Guardia Civil están prestando auxilio en misiones planificadas según el lugar de destino: Asia, América, Cercano Oriente... En todos esos sitios están presentes nuestras Fuerzas Armadas españolas, al igual que las de otras naciones del conglomerado europeo.

-¿Cómo ve las reacciones ciudadanas en contra de las Fuerzas Armadas?

-Simplemente las veo y digo que nos valoren; creo que podemos dar un ejemplo de serenidad y tranquilidad. Frente a estas reacciones valoramos cómo se comporta la sociedad con nosotros; notamos que donde están las Fuerzas Armadas, la población las quiere.

-¿Quizás están ahora más cerca que nunca de la ciudadanía?

-No puedo apreciar esa diferencia porque siempre he notado que de los servicios que prestamos lo único que podemos esperar es el agradecimiento de la gente que recibe esa atención. Hemos comprobado antes, ahora y supongo que en el futuro que la gente reacciona positivamente hacia el trabajo de las Fuerzas Armadas.

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