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Ana Pardo acaricia el sueño de caminar

La avilesina que conmovió a las redes sociales con su petición de ayuda por su enfermedad medular se somete ya a tratamiento en Santiago de Compostela

Ana Pardo, en la calle Galiana. MARA VILLAMUZA

La avilesina Ana Pardo, que sufre una enfermedad medular congénita, ya está luchando para aprovechar la oportunidad que le ha dado la solidaridad de miles de personas. Hace meses, Ana Pardo compartió un vídeo en las redes sociales pidiendo ayuda para poder hacer frente a un tratamiento que mitigue los dolores que le produce su enfermedad y le impiden caminar. La gente se volcó con ella y, este mismo lunes, comenzó en Santiago de Compostela ese tratamiento, que cuesta en torno a los 100.000 euros.

Su hermana, Yoli Pardo, transmite el sentimiento de la joven ante la posibilidad de ver cumplido su sueño: "Me ha repetido cien veces que deje claro que está tremendamente agradecida con toda la gente que la ha apoyado. Me estaba diciendo ahora mismo: 'no tengo forma de decir lo agradecida que estoy'. Le han devuelto la esperanza". Yoli Pardo habló con su hermana tras la primera consulta médica.

El tratamiento no cura la enfermedad, pero en teoría mejora mucho la calidad de vida. Eso sí, será largo y complicado: "Una vez al mes tiene que entrar en quirófano y cada día tiene algo que hacer: osteopatía, rehabilitación, terapia de grupo...", explicó la hermana de Ana Pardo. Tampoco saben cuánto dudará: "La primera valoración la hacen a los seis meses, pero nadie termina el tratamiento tan pronto. Nos dicen que, como mínimo, durará un año. Tiene que regenerar la médula con hormonas de crecimiento y, además, fortalecer la musculatura, entre otras cosas", añadió Yoli Pardo.

La solidaridad de miles de personas ha permitido a Ana Pardo empezar a soñar y le dio el último empujón para poder conseguir el dinero que necesitaba: "Además de por las donaciones, sin esa gente hubiese sido imposible que nos dieran el crédito para completar el dinero que faltaba para empezar el tratamiento. No sé si la presión social ayudó, pero la verdad que quedamos encantados con el Banco Herrero. Se portaron de cine, se preocuparon mucho", explicó Yoli Pardo.

Esta oportunidad ha llegado después de un mes en el que Ana Pardo lo ha pasado muy mal: "Ha sido un mes caótico. Ha estado muchas veces ingresada por unas hematurias -infecciones de orina graves que, por su lesión y la medicación que toma, son habituales en ella-. Después tuvo dos traslados, uno a casa de mis padres y el otro a Santiago. Por otro lado, tuvimos una desgracia familiar, de una persona a la que queremos mucho y a Ana le afectó mucho", explicó la hermana.

Y es que las emociones fuertes le pasan factura a Ana Pardo, de ahí que tuviera que dejar de asistir a los numerosos actos que se celebraron en Avilés para recaudar fondos para ayudarla. "Fue por prescripción médica. Las emociones afectan al sistema nervioso central y todo, tanto lo bueno, como lo malo, tiene consecuencias en su enfermedad. Era matemático, del acto a casa y después de dos horas, al hospital. Le daban ataques de epilepsia medular cada vez con más frecuencia".

Ahora, a Ana Pardo le toca luchar y a su familia apoyarla y esperar. "Confiamos en que todo salga bien, porque es la última baza. Estamos esperanzados, pero con el freno un poco echado porque son muchos años y muchas veces en las que estas cosas no han salido bien", aseguró Yoli Pardo.

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