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INÉS MÖLLER BUSTINZA | Jefa del servicio de cardiología del Hospital San Agustín

"Debemos hacer ejercicio diario a paso ligero, no a ritmo de escaparate, que no vale para nada"

"El riesgo cardiovascular no comienza a los 40 años, como se dice, en realidad empieza cuando se nace"

Inés Möller Bustinza, ayer, en la consulta de cardiología del Hospital San Agustín. RICARDO SOLÍS

El servicio de cardiología del hospital San Agustín atendió en 2014 un total de 6.092 consultas. De entre las pruebas realizadas a los pacientes figuran 3.123 ecocardiogramas, 638 pruebas de esfuerzo o la colocación de 640 holters y 100 marcapasos. Al frente de un equipo formado por seis cardiólogos figura Inés Möller Bustinza, quien, con motivo del Día Mundial del Corazón celebrado ayer, habla en esta entrevista de la importancia de los hábitos saludables para reducir las patologías cardiacas, así como de sus proyectos más inmediatos.

-¿Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte?

-Es la primera causa en los países desarrollados. Según datos del 2011, en Asturias, un 32% de los fallecimientos se debió a enfermedades cardiovasculares. Estas cifras son similares a las del conjunto de España si bien últimamente en el resto del país ha habido una discreta mejoría. La población asturiana, en comparación con la de otras provincias, está más envejecida, y ello se ve en el número de implantes de marcapasos; es la región donde más se colocan. Debemos tener en cuenta que uno de los mayores factores de riesgo de la cardiopatía isquémica es la edad.

-Entonces, ¿cuándo empieza el riesgo cardiovascular? ¿Es a los 40 años, como se dice?

-No, en realidad comienza cuando se nace, pero entonces no da una enfermedad franca. La placa de ateroma (formaciones grasas en las arterias) se desarrolla ya en la infancia aunque influyen muchos factores: el familiar, la alimentación, el ejercicio, las costumbres...

-¿Los hábitos saludables son la piedra filosofal del corazón?

-Desde pequeños hay que mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio diario. Y no empezar a fumar ya que el tabaco puede producir un infarto por dos mecanismos: uno, el tabaco favorece que se forme un coágulo y tupa la arteria; dos, hace que la arteria vaya poco a poco desarrollando una placa. En la gente joven que fuma muchas veces los infartos son por arterias que no tienen tantas placas pero que se tupen de manera aguda.

-¿Qué alimentos cuidan el corazón?

-A nuestros pacientes les damos la dieta llamada del semáforo. El color verde incluye alimentos para comer todos los días: frutas, verduras y pescado. En el amarillo o ámbar se sitúan los que se pueden tomar de vez en cuando -leche y quesos desnatados, por ejemplo- y en el rojo figuran aquellos productos proscritos para los enfermos cardiacos: las grasas animales (bollería industrial, carnes grasas, chorizo...).

-Entonces, ¿cuál es el enemigo número uno del corazón, el tabaco o la mala alimentación?

-Bueno... si todos los días comemos mal vamos sumando. Y con el tabaco, desde el primer cigarro se tiene un riesgo aumentado.

-¿Tienen más riesgo los hombres que las mujeres a sufrir una dolencia cardiaca?

-La diferencia entre unas y otros son las hormonas. Las mujeres estamos relativamente protegidas hasta la menopausia, momento en que las hormonas nos abandonan. Por eso la cardiopatía isquémica aparece antes en el hombre. Aunque tengo mujeres pacientes que han tenido el infarto del fumador típico al tupirse la arteria por el tabaco.

-Y el alcohol, ¿cómo actúa?

-Produce dilataciones del corazón, lo que llamamos miocardiopatía dilatada de origen etílico. Se ven bastantes casos, generalmente en hombres de mediana edad.Es decir, hay dos tipos diferentes de cardiopatía, una es la isquémica, en la que influye el tabaco, y la otra es por un mecanismo de debilitación del músculo del corazón, una dilatación de las cavidades.

-Ha hecho referencia al ejercicio. ¿Con qué frecuencia?

-Debemos hacer ejercicio diario, adquirir el hábito de caminar y no coger el coche para todo. Pero no caminar a ritmo de escaparate, que no vale para nada; tiene que ser a paso ligero. El ejercicio es tan bueno para prevenir patologías cardiacas como para tratarlas.

-Imagino que otro reto es la obesidad.

-Este es un problema importante y en las sociedades modernas cada vez más ya que el porcentaje de obesidad es muy alto desde la infancia. A los niños no se les inculca moverse y muchos adultos no salen a caminar porque no les gusta; así me lo dicen en la consulta. Y esto es un círculo vicioso: cogen peso y por tanto se fatigan; como consecuencia, no caminan.

-¿El paciente cardiaco vive con miedo su enfermedad?

-Hay muchos tipos de enfermos. Los hay con mucho miedo, sobre todo después de los infartos, pero también hay otros que sacan fuerza y cambian de hábitos. Esos, generalmente, van a ir bien. La actitud frente a la enfermedad es primordial.

-¿Cuáles son las señales que anuncian un posible problema de corazón?

-Los síntomas del infarto son bastante conocidos: opresión en el pecho, dolor en el brazo izquierdo, fatiga al hacer esfuerzo.. Hay otros problemas cardiacos, como las palpitaciones o pérdidas de conocimiento que hay que mirar siempre.

-¿Sería aconsejable que la población se sometiera con cierta periodicidad a una revisión médica?

-A partir de los 45 se aconseja revisar la tensión si no hay otros factores de riesgo (familiares, diabetes o hipertensión). Hay que ocuparse de la salud pero no preocuparse.

-¿El corazón duele?

-Hay ciertas enfermedades que producen dolor, como el infarto, la angina de pecho o la pericarditis (inflamación de la capa externa). Las miocardiopatías dilatadas también pueden dar dolor en el pecho.

-Ha señalado que en Asturias se colocan muchos marcapasos. ¿Cuál es el motivo?

-Debido al envejecimiento de la población. El año pasado colocamos cien. Ha aumentado con respecto a años anteriores pero la diferencia no es muy notable. Si bien se ponen sobre todo en personas por encima de los ochenta, recuerdo haber tenido un paciente de cincuenta y pocos. Y por encima de los noventa también hemos puesto algunos. Mi récord está en un hombre de 102 años.

-Uno de sus objetivos al asumir la jefatura de cardiología era trabajar en colaboración con los centros de salud. ¿Se ha materializado ese proyecto?

-Ya hemos hecho un calendario para ir a visitar los centros de salud y también tenemos organizadas unas charlas coordinadas por Atención Primaria y nosotros sobre cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca. La idea es trabajar juntos, no como dos bloques separados, y establecer un diálogo fluido en favor de los enfermos de corazón.

-También aspiraba a mantener una estrecha relación con el Hospital Central de Asturias

-Una de mis ilusiones era que pudiéramos participar en las sesiones de los cardiólogos del HUCA con cirugía cardiaca. Una vez a la semana tienen lo que se llama sesiones médico-quirúrgicas en las que se juntan los cardiólogos y los cirujanos cardiacos y presentan casos que en ocasiones son pacientes del San Agustín. Espero que antes de fin de año podamos seguirlas por videoconferencia ya que asistir a ellas es complicado.

-Otro proyecto era poner en marcha la rehabilitación cardiaca.

-Eso va a ser más difícil por cuestiones económicas ya que requiere un equipamiento y más personal.

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