Es el primer día de cole, pero no se ven mochilas ni mandilones, solo hojas, cuadernos y bolígrafos. Y es que los alumnos de PUMUO -el programa universitario para mayores de 50 años- ya peinan canas. Más de una treintena de personas asistieron ayer a la inauguración de los cursos en Avilés, en el Centro de Servicios Universitarios, y lo hicieron con alegría y entusiasmo, pero también responsabilidad. "Estoy muy contenta de que en PUMUO de Avilés haya tantísima gente", destacó la directora de Área de Proyección Social de la Universidad de Oviedo, Marta Pérez Toral.

La de ayer fue una sesión de presentación que sirvió para repartir a los alumnos el material básico: una carpeta con instrucciones y horarios, así como el formulario para que rellenen el programa complementario cultural, que los propios estudiantes tienen que realizar a partir de las visitas y actividades que realicen en su tiempo de ocio. Marta Pérez también aprovechó para explicar los requisitos de evaluación, que exige una asistencia a clase del 80 por ciento de las horas. "No da mucho margen para ausencias", advirtió. Elegir a los delegados será otra de las tareas de los alumnos de PUMUO.

Los propios estudiantes también aprovecharon para plantear sus quejas. Y así dos alumnas recriminaron que, una vez más, no haya en la oferta de cursos ninguna asignatura relacionada con la Literatura y la Historia. Pérez explicó las razones: son los profesores los que ofrecen propuestas de programación, de forma voluntaria, y en esta ocasión no hubo ningún docente de esas especialidades que ofertara asignaturas para el programa PUMUO.

Esta oferta formativa para los mayores de 50 años consta de cinco cursos, organizados en dos semestres. El precio de la matrícula para el curso completo es de 313 euros, y de 157 euros por semestre. Buena parte de los alumnos que nutren las aulas de PUMUO en Avilés son repetidores, ya que es habitual que se "enganchen" al programa y quieran continuar disfrutando de la dinámica de ser estudiantes, sin la presión ya de tener que conseguir un título o aprobar un examen. Los participantes valoran mucho la parte social de PUMUO, ya que ellos se organizan para realizar actividades y continuar activos y vinculados a la vida de una manera mucho más intensa. "Nos viene muy bien lo que aprendemos, el buen rollo y el proyectar algo más que no sea el hablar de lo próximo de lo que me voy a operar", sostienen.