El hijo del propietario del vehículo cazado por la Policía Local de Avilés cuando la noche del lunes circulaba a 150 kilómetros por hora por la avenida de la Industria, ha admitido que él era quien conducía, según indicaron fuentes próximas a la investigación. El joven, de 19 años, declaró ayer ante el juez, según señalaron los mismos medios.

El caso supone un poco honroso récord: el del mayor exceso de velocidad detectado por la Policía Local avilesina en una travesía urbana. El coche, un Citröen Saxo, circulaba 150 kilómetros por hora sobre el límite permitido, de 50 kilómetros por hora. En 2014, los agentes había sancionado a otro conductor que circulaba a 120 kilómetros por hora en la avenida de Gijón.

Las primeras pesquisas, con los datos del vehículo, llevaron a localizar a su propietario, un gozoniego de 37 años. Sin embargo fue su hijo, de 19, quien aseguró que era él quien había pisado el acelerador la noche en que batió un récord que puede acabar en delito.