La Cámara de Comercio acogió ayer tarde una reunión en la que participó una veintena de hosteleros de Avilés. El encuentro viene a ser una respuesta a un lamento continuado del gremio desde hace meses: que el Ayuntamiento de Avilés, a través de la Policía Local, persigue y multa de manera constante.
Este punto fue negado recientemente el intendente de la Policía, Rafael Rodríguez, durante un encuentro que se celebró en el barrio de Sabugo. Sin embargo, los empresarios comparan las palabras del mando policial con la realidad y concluyen que es esta la que evidencia que no son las cosas como las pinta la administración. El Sindicato Independiente de la Policía Local de Avilés (SIPLA) negó también la existencia de "una orden para perseguir locales". Un portavoz de la entidad explicó que no la hay en ese sentido "ni en cualesquiera otro; no hay órdenes de nada: esto es un sindiós".
Y es que los hosteleros avilesinos se sienten víctimas de una "cacería". "La Policía Local juega a la caza con nosotros, y no nos deja respirar en cuanto al horario de las terrazas. Si un sábado tenemos que cerrar a las 02.30 de la madrugada, a las 02.36 ya están los agentes multando o amenazándonos con sancionar de una forma prepotente y desmedida", manifiestaron a comienzos del pasado mes de septiembre. "Todo esto es culpa de un solo policía que se quiere colgar medallas fastidiando a los demás", añadieron. La situación (horarios, terrazas, licencias) empieza a ser insostenible en Avilés.
