Los comerciantes y vecinos de la calle González Abarca ya no saben a qué santo encomendarse para que concluyan las obras de la calle, destinadas a reducir el número de carriles y ensanchar las aceras. "Llevamos tres meses ya, y estamos hasta la coronilla", protestó ayer una comerciante, que además aseguró que los trabajos no sólo se están realizando a cuentagotas, sino que además se tapa con hormigón lo que después hay que destapar. "Nadie nos hace ni caso, y ahora nos dicen que las farolas vienen a finales de octubre, cuando la obra ya empezó en junio; puede ser que estén en plazo, pero ¿quién pone estos plazos?".

Además de las dificultades para los comerciantes, que aseguran que con las obras no venden nada, también los peatones sufren las consecuencias, y esta misma semana una mujer se cayó y se lesionó una mano. "Esto es una carrera de obstáculos", critican los afectados. Y reclaman al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto, ya que sólo se acuerda de ellos para cobrar los impuestos. "¿Cuántos meses necesitan para 100 metros de calle?"