Prueba superada. El dueño de Arcelor-Mittal, Lakshmi Mittal, visitó anteayer las instalaciones avilesinas del centro global de I+D de la multinacional siderúrgica para conocer en persona los proyectos en los que se trabaja y extrajo, según ha trascendido, "una buena impresión". El magnate del acero, que acostumbra a hacer visitas fugaces a las instalaciones productivas de su compañía, decidió esta vez acercarse a Avilés para recibir explicaciones y supervisar los proyectos en los que trabaja el centro global de I+D.

Mittal mostró especial interés por las plusvalías y los ahorros de costes que genera el trabajo de los investigadores asturianos y valoró especialmente el hecho de que esos logros no se apliquen solo en las instalaciones ubicadas en el Principado sino que pueden ser extrapolados a otras factorías del grupo. Según la estimación de la propia empresa, la I+D asturiana reporta cada año un beneficio de más de 50 millones de euros para Arcelor-Mittal, una cifra que, además, crece cada año.

Afable y deseoso de explicaciones detalladas de qué y para qué se investiga, Lakshmi Mittal estuvo primero en la sede principal del centro avilesino de I+D y posteriormente se trasladó en coche a las nuevas instalaciones del parque empresarial Principado de Asturias, donde Arcelor impulsa proyectos de investigación en cooperación con la Universidad de Oviedo y el Instituto Tecnológico de los Materiales de Asturias (ITMA). En todo momento hizo de cicerone Nicolás de Abajo, responsable local de I+D de Arcelor.

Esta "visita sorpresa" de Mittal es la consecuencia primera del encuentro que tuvieron los ingenieros que trabajan en Asturias con Lou Schorsch, miembro del consejo de la Dirección General que estuvo en Avilés el pasado día 24 de septiembre y sobre cuya espalda recae la responsabilidad de impulsar la estrategia global de I+D de la multinacional siderúrgica. Vista en clave asturiana, la presencia del dueño de la empresa se interpreta como un espaldarazo a la actividad del centro asturiano de I+D siderúrgica, que en los últimos dos años ha experimentado un fuerte crecimiento tanto en plantilla como en carga de trabajo, lo que le ha posicionado como uno de los emplazamientos investigadores de referencia dentro del organigrama de Arcelor.