El pero está en la financiación. "A día de hoy no hemos conseguido subvenciones en convocatorias de proyectos a nivel nacional en los últimos años y lo más lamentable es que la investigadora sobre la que descansa la mayor parte del trabajo de laboratorio no tiene ni contrato ni beca para realizar su tesis doctoral", confiesa Gloria Blanco. Agrega al respecto: "Esperamos recibir una oportunidad del nuevo Gobierno del Principado o alguna ayuda de algún mecenas del siglo XXI si es que los hay". Tras el éxito de la primera campaña de investigación, el equipo de científicos asturianos pretende en el futuro intensificar la búsqueda de nuevos productos naturales a partir de las cepas que ya tienen e investigar su potencial médico y biotecnológico. Asimismo quieren conservar las actinobacterias productoras en una Colección de Cultivos y generar una base de datos de productos naturales de interés farmacológico del mar Cantábrico.
"Todo apunta a que podría haber un auténtico tesoro terapéutico, una farmacia natural, en las profundidades del Cañón: los productos naturales han sido y continúan siendo la principal fuente de medicamentos pero ahora hay una "vuelta" a la naturaleza, sobre todo ambientes inexplorados como los océanos, en la búsqueda de nuevos fármacos por parte de la comunidad científica internacional". Gloria Blanco considera que los descubrimientos de los recursos marinos en el Cañón de Avilés son de evidente interés para la salud humana, pero también para la región: "Al tratarse de productos de elevado valor añadido de interés en la industria farmacéutica los nuevos antibióticos podrían tener un importante impacto económico e industrial en Asturias".
