"Los drogadictos son enfermos y deben recibir tratamiento médico basado en evidencias científicas", defendió ayer la psiquiatra Gemma Isabel San Narciso Izquierdo minutos antes de ofrecer una conferencia sobre el consumo de alcohol y otras drogas de abuso en el Hospital San Agustín. La especialista hizo alusión, en concreto, a los consumidores de alcohol, cocaína y cannabis. "En los años setenta, estas personas eran consideradas viciosas. Actualmente, con mayor conocimiento de las drogodependencias, estas personas deben tratarse como enfermos", recalcó la especialista.

San Narciso consideró que el alcohol es, a día de hoy, una de las drogas más peligrosas. Pese a que el volumen de litros ingeridos por habitante y año ha disminuido durante la segunda mitad del siglo XX, sigue siendo la droga más consumida en todas las edades, sexos y niveles sociales. "Antes había menos fármacos y el tratamiento del alcoholismo era más complicado, pero ahora tenemos varias opciones terapéuticas", avanzó la psiquiatra. Uno de los tratamientos dirigidos a alcohólicos pasa, explicó, por que el enfermo reduzca el consumo sin llegar a abandonarlo. "Esto evita que perdamos pacientes. Antes se decía: no beba más, y no volvíamos a ver al enfermo", señaló.

Para San Narciso, atajar el consumo de alcohol es una prioridad, más ahora que se ha equiparado entre hombres y mujeres. Así, ocho de cada 10 jóvenes asturianos entre 14 y 18 años ha tomado bebidas espirituosas alguna vez en la vida. "Antes, una mujer alcohólica bebía sola, normalmente vino o coñá que podía tener el marido en la casa. Esas mujeres solían tener problemas de ansiedad, culpabilidad... Ahora las mujeres jóvenes se están igualando a los hombres bebiendo en la calle, en 'botellones'", argumentó.

El alcoholismo, a su modo de ver, está ligado además al consumo de cocaína. "Si se reduce la ingesta de alcohol se evitaría en gran parte el consumo de cocaína, una enfermedad para la que no hay fármacos específicos", manifestó. Para aliviar las peligrosas consecuencias de esta droga no hay remedio. Sólo se pueden mitigar algunos síntomas: episodios psicóticos, ansiedad... Lo mismo ocurre con el cannabis, un opiáceo sin fármacos para contener la adicción. "Esta es una droga que parece inocua pero que tiene síntomas y síndromes importantes", subrayó la especialista del San Agustín.

San Narciso Izquierdo diferenció, no obstante, los trastornos por uso o abuso de drogas de las enfermedades psiquiátricas asociadas. "Una persona que fuma porros puede terminar con un problema psiquiátrico, pero otras veces ese problema ya está ahí de antes, lo que se conoce como patología dual. En este caso hay que tratar los dos males al mismo tiempo", aclaró la especialista del área sanitaria avilesina, que trabaja con los datos recogidos en el Plan de drogas del Principado. El alcohol es la sustancia de más fácil acceso para los jóvenes de 14 a 18 años, según este documento, y el cannabis es la primera ilegal por nivel de consumo en la región.

La edad media de inicio al consumo de alcohol es a los 14 años y está estabilizada en Asturias desde el año 2000. El tabaco ocupa el segundo lugar en el consumo de sustancias -aunque el primero en consecuencias para la salud- con un 28 por ciento de personas que fuman diariamente. Los hipnosedantes -sustancias de uso y gasto farmacéutico mediante receta- están en tercer lugar respecto al consumo de sustancias psicoactivas en Asturias con casi un 14 por ciento de población adulta consumidora habitual. Aunque el cannabis es la droga de comercio ilegal más demandada en Asturias, las cifras de adición son inferiores a las del conjunto de España. A continuación, destaca el consumo de cocaína, siempre según datos extraídos del Plan de Drogas.

"El método Prochaska es el que nos sirve para evaluar si una persona que sufre una adicción está preparada o no para iniciar un tratamiento", concluyó la especialista.