El fundador de la asociación "Encasa Cuidados Paliativos" e integrante del colectivo Derecho a una Muerte Digna, médico de profesión, y una voluntaria del mismo movimiento se enfrentan a sendas penas de seis años y cinco meses de cárcel. Ambos están acusados de ayudar a suicidarse a una mujer -hallada muerta en un hotel de Avilés en mayo de 2012- y de intentarlo con un hombre dos meses después. Está imputado también el hermano de un enfermo terminal de Cádiz que presuntamente contactó con el médico y la voluntaria para ayudar a su hermano, enfermo en estado terminal, que deseaba acabar con su vida. Para este tercer imputado, solicitan 17 meses de prisión.

El fiscal sostiene, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, que en marzo de 2012 la mujer que se suicidó en Avilés se puso en contacto con un voluntario de Derecho a una Muerte Digna de Cataluña (ya fallecido) porque "sufría un trastorno de personalidad con depresión y quería quitarse la vida, cosa que ya había intentado en otras ocasiones". El voluntario estaba en contacto con el médico imputado, fundador de "Encasa", quien presuntamente le suministraba medicamentos "a sabiendas del destino que se les daba y con conocimiento del resultado que se produciría".

Así, tras unos meses, el voluntario ya fallecido y la mujer muerta en Avilés decidieron verse el 17 de mayo de 2012 en el paseo Zorrilla de Valladolid. En la capital pucelana, el hombre le entregó a la mujer pentobarbital sódico -un anestésico utilizado en medicina veterinaria- a cambio de 6.000 euros, siempre según el fiscal. Posteriormente, ambos se dirigieron a Avilés, donde la supuesta víctima se alojó en un céntrico hotel de la ciudad. Ya en su habitación, la mujer ingirió el fármaco combinado con un zumo y falleció entre las siete y las nueve de la noche de ese mismo día. En su organismo se encontró una dosis letal de pentobarbital: 37 miligramos por litro.

Según el escrito de conclusiones del Ministerio Público, el médico y la voluntaria de "Encasa" en Madrid ahora imputada conseguían por internet, en México, el pentobarbital sódico. En el registro efectuado el 29 de junio de 2012 en el domicilio del voluntario catalán, los policías encontraron una importante cantidad de dinero, una caja vacía de "Sedalphorte", de uso veterinario y que en su fórmula contiene pentobarbital sódico, y otros medicamentos además de documentación. Para la adquisición de los medicamentos se requiere receta médica, trámite no cumplido por el acusado siempre según el fiscal, ya que las cajas aún tenían el código de barras. El acusado falleció en julio de 2012 por lo que se acordó la extinción de su posible responsabilidad criminal ese mismo mes.

En estas fechas, un hombre se puso en contacto a su vez con el médico imputado para que le proporcionara los medicamentos necesarios para poner fin a la vida de su hermano, que estaba enfermo, con metástasis en varios órganos vitales, en estado terminal y que había expresado su voluntad de poner fin a su sufrimiento. El facultativo le ofreció supuestamente enviarle a Cádiz eses mismo día los medicamentos para realizar una sedación paliativa profunda que duraría entre 8 y 24 horas y las pautas para administrarlos, a lo cual el acusado accedió. Como el fundador de "Encasa" no se encontraba en esos momentos en Madrid, llamó a la voluntaria también imputada para que preparara el paquete y lo llevara a una mensajería. Dicho paquete con jeringuillas, agujas y varios medicamentos así como con un papel de instrucciones fue interceptado sin que llegara a su destino.

Varios de los medicamentos incautados están sometidos a fiscalización internacional y otro de los hallados, el "Embutal", no está autorizado en España. La Fiscalía considera que el médico y la voluntaria de "Encasa" son autores de un delito de cooperación al suicidio y de un delito contra la salud pública. El hermano del enfermo terminal es también, a juicio del fiscal, autor de un delito de cooperación al suicidio.