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La peligrosa travesura de un crío de 30 meses

El peque se va de marcha por Versalles

Un joven auxilia a un niño de dos años y medio que vagaba "casi desnudo y tiritando" tras escaparse de madrugada de la casa de su cuidadora

El peque se va de marcha por Versalles

"Estaba llorando, medio desnudo y tiritando de frío". Así fue como un joven que regresaba a casa encontró vagando por el barrio avilesino de Versalles a un crío de dos años y medio la madrugada del pasado viernes, alrededor de las cuatro. El pequeño, al cuidado de una vecina de su madre, se había escapado de casa cuando ésta dormía, según la hipótesis que maneja la Policía Nacional, que se hizo cargo del caso. Los agentes descartaron un delito de abandono del menor por parte de sus progenitores y la Fiscalía de Menores de Asturias no ha presentado cargos. La Policía, eso sí, lanzó un mensaje de precaución: "Con un niño en casa hay que cerrar las puertas con llave o cerrojo, no vale dar un portazo". De esto se aprovechó precisamente el niño avilesino, que no vio peligro a su travesura.

Todo ocurrió por la noche. La cuidadora del pequeño hallado deambulando por Versalles echó supuestamente a dormir al niño y, poco después, ella hizo lo propio, siempre según medios policiales. A lo largo de la noche, a una hora imprecisa y cuando la mujer dormía, el niño de treinta meses salió por sus medios de la vivienda tal cual el protagonista de la película "El peque se va de marcha". Los agentes desconocen cuánto anduvo el pequeño, pero en cualquier caso lo encontraron a pocos metros de la vivienda de la que se había escapado. Quien primero prestó socorro al menor fue un joven que regresaba a casa a eso de las cuatro de la madrugada. Este alertó de lo ocurrido a sus familiares, que salieron a la calle con una manta para resguardar del frío al menor, siempre según medios policiales. Acto seguido llamaron a los agentes de la Comisaría de Avilés, que se desplazaron hasta Versalles.

"El niño supo decir su nombre y el de sus padres", relataron los agentes. Así comenzaron las pesquisas policiales para dar con el domicilio del menor y sus progenitores. Entre tanto, los policías trasladaron al niño de dos años y medio al Hospital San Agustín de acuerdo al protocolo habitual para estos casos, e informaron de lo sucedido a la Fiscalía de Menores de Asturias, por si fuera necesario adoptar algún tipo de medida preventiva. Pero no fue así.

La Policía Nacional de Avilés dio primero con el padre del menor y poco después con la madre. "La persona que tenía al niño a su cargo creía que estaba durmiendo en su habitación tal cual lo había dejado. Todo fue una travesura", precisaron las mismas fuentes. Reiteraron que en este caso no hay ningún delito de abandono del menor. "Se trata de un descuido, de una diablura", recalcaron los agentes, e incidieron en la importancia de tener las viviendas a punto cuando residen menores que, como el pequeño de Versalles, pueden hacerse protagonistas por un día de peligrosas barrabasadas.

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