El director general de Energía del Principado, Isaac Pola, confiesa ignorar cuál podría ser la fórmula idónea para sacar a las fábricas de Alcoa -una de ellas ubicada en Avilés- del atolladero eléctrico que amenaza su viabilidad en España, pero dice estar seguro de que "la visión para afrontar la cuestión tiene que ser más amplia que la actual, limitada a la celebración de una subasta de derechos de interrumpibilidad" (el dinero que perciben del Estado las industrias con alto consumo de electricidad por su disposición a interrumpir el suministro en caso de requerimiento del operador del sistema; por ejemplo, en caso de una avería grave o por una demanda extraordinaria de consumo).

Isaac Pola no concibe una solución energética para Alcoa -aunque este asunto también compete a Arcelor y Asturiana de Zinc- basada solamente en la utilización del recurso de la subasta de derechos de interrumpibilidad y en ese sentido exhorta al Gobierno central a "analizar otros posibles factores que influyen en el coste eléctrico que soportan las grandes industrias y que podrían ser 'tocados' para mejorar las condiciones de competitividad de las empresas". Uno de esos factores que citó Pola fueron los llamados "peajes" (la parte de la factura eléctrica destinada a cubrir el pago de los costes fijos generados por el sistema), si bien aclaró que "el abanico de posibilidades es más amplio". La propuesta del director general de Energía del Principado, que en su día ya esbozó el propio Presidente asturiano, Javier Fernández, se inspira en un modelo que se aplica, por ejemplo, en Alemania.

Isaac Pola manifestó que el Ejecutivo asturiano ve el actual modelo de subasta eléctrica en el que cada año se juegan su futuro empresas como Alcoa "como una solución adoptada de urgencia e insatisfactoria", por lo que se insiste en demandar a Madrid "la apertura de una reflexión que permita sentar las bases de un modelo más acorde a las necesidades de la industria electrointensiva".