Las mujeres del medio rural fueron ayer las protagonistas de la jornada en Gozón. Este colectivo muy numeroso en el concejo se ha criado entre "fesorias" y huertas. Y siempre ha mantenido la cabeza alta pese a que, desde hace décadas, el sector primario atraviesa una de sus mayores crisis. El Ayuntamiento ha querido homenajear a nueve de ellas que, desde bien pequeñas, lo han dado todo y un poco más por sacar adelante a sus familias. El acto institucional se celebró en el pabellón vecinal de Santiago de Ambiedes, que con el paso de los años se ha convertido en un centro cultural más del municipio.

Tras el discurso inaugural del alcalde, Jorge Suárez, y de la concejala de Igualdad, Alba Escandón, las nueve mujeres seleccionadas por los colectivos femeninos y de vecinos del concejo recibieron su particular homenaje. Las elegidas fueron María Cristina Rodríguez, María García, Ángeles Victoria Gutiérrez, Carmen Eloína Tuñón, María Inmaculada Fernández, Esther Álvarez, María Fernández Cuervo, Isabel Rino y María Concepción González.

María Cristina Rodríguez, de 85 años, comenzó muy joven a realizar tareas en el campo. Primero lo hizo en Cardo, en su parroquia natal, y ahora, tras décadas de agricultora, vive con sus nietas en Manzaneda. Su galardón fue propuesto por la asociación "La Purísima".

De la misma edad que Rodríguez es María García, natural de El Ferrero. Está casada desde los 17 años. En su casa, recuerda los tiempos en los que cultivaban maíz para comer en los años posteriores a la Guerra Civil. Actualmente, ya retirada de las tareas del campo, tuvo ganado a su cargo. Fue propuesta por la entidad vecinal de El Ferrero.

A sus 75 años, Ángeles Victoria Gutiérrez, natural de Bañugues, ya está jubilada. Sin embargo, sigue trabajando la tierra como afición. Dejó la escuela a los doce años y comenzó a dedicarse de lleno a la ganadería y la agricultura. "Ahora disfruto de la vida", afirma la mujer, que colabora con el grupo de teatro de Antromero. Fue propuesta por la asociación vecinal de "El Pico".

Carmen Eloína Tuñón, de Laviana aunque procedente de Proaza, comenzó a cuidar ovejas y a labrar la tierra con doce años. Tras casarse a los 21, se trasladó al concejo para vivir en Endasa, por lo que abandonó parcialmente la agricultura. El homenaje a esta mujer de 70 años fue solicitado por "Muyeres Enlaze".

La boalesa María Inmaculada Fernández tiene 62 años y vive en Antromero desde los 34. Previamente, en Logrezana (Carreño) ya trabajaba la tierra. Vende los productos de su huerta en el mercado semanal de Gijón.

La más joven de las homenajeadas, con 56 años, es María Concepción González. Estudió en el instituto de Luanco y en su casa siempre colaboró con la ganadería y en la siembra, sobre todo, de patata y maíz. A día de hoy, cuida ganado vacuno en Bocines y sigue trabajando la tierra.

Esther Álvarez, de Cardo tiene 74 años. Sigue cultivando fabas para consumo propio, aunque años atrás también las vendía en la plaza de abastos de Avilés. Desde niña labró la tierra y atendió ganado.

De Podes, aunque es natural de Cardo, es María Fernández Cuervo. También vendió sus productos en el mercado avilesino. Ahora solo se dedica a la agricultura aunque hace tiempo que compaginaba esa labor con la ganadería.

Isabel Rino es la última de las homenajeadas. Esta mujer rural cacereña de nacimiento y vecina de Ambiedes lleva desde hace cuarenta años cuidando de su ganadería. A sus 62 años sigue adelante con las tareas del campo. Tras los homenajes y los aplausos, la compañía "Traslluz" representó "Si tas mala nun vayas al médicu".