"Los que realizaron por primera vez el recorrido quedaron sorprendidos y enganchados porque es una manera de descubrir la geografía tal como la concebía Manuel de Terán, padre de los geógrafos españoles: 'viendo y caminando'", explicó ayer Manuel Hernández, concejal de Cultura y Patrimonio de Gozón, tras guiar a una veintena de vecinos y visitantes por una ruta entre Verdicio y Cabo Peñas a través de la senda costera.

Y es que esta ruta tiene mucho que ofrecer si se sigue con ojos expertos. "Da muchísimo juego. Tiene interés desde el punto de vista de la geología, de la geografía, de la etnografía; son muchos los aspectos que se pueden ir tocando", explicó el edil. Por eso, el Ayuntamiento continuará realizando este tipo de itinerarios, "para poner en valor nuestro rico patrimonio cultural".

Muestra de que es un recorrido que engancha es que algunas de las personas que participaron ayer ya habían realizado actividades similares en otras ocasiones. En general, fue un itinerario muy enriquecedor para ellos. Algunos de ya lo habían disfrutado en anteriores ocasiones. Esta vez, se sumaron profesores y el alcalde Jorge Suárez. "La visita es sumamente didáctica, orientada a todos los públicos y, especialmente, a los estudiantes del segundo ciclo de la ESO y del Bachiller. Es triste ver a los caminantes haciendo la senda costera mirando para el suelo; es lo que queremos cambiar", añadió el concejal convertido a guía.

El recorrido transcurrió a lo largo de una de las partes más llamativas del litoral del concejo. "Partimos de la playa de Verdicio, donde explicamos la formación y evolución de las dunas, tanto las del campo externo, de tipología variada, activas y situadas al nivel marino, como las del campo dunar interno, fosilizadas, inactivas y superficialmente arrasadas por la urbanización de Los Cuetos", explicó Hernández.

Los participantes observaron, a continuación, un ejemplo de falla, analizando sus elementos para luego subir al alto de La Cabaña, donde viendo el paisaje pudieron aprender más sobre la organización del espacio agrario y su evolución. Desde la altura, también hubo sitio para la geología, contemplando los cuatro niveles de rasa, "expresión de los cambios climáticos durante el Cuaternario y las oscilaciones del mar". En El Ferrero, otra de las paradas, tocó admirar varios ejemplos del "desdoblamiento rural", con viviendas obreras de economía mixta (agricultura, ganadería y mina) y explotaciones agroganaderas. Acercándonse al Cabo Peñas, la geología volvió a ganar protagonismo en la ruta. "Encontramos diferentes ejemplos de erosión diferencial observando el contacto de las pizarras negras con la cuarcita blanca, mucho más dura", señaló Hernández.