La Feria de Seronda de Illas se ha convertido en una tradición ineludible para los habitantes del concejo. La celebración del inicio del otoño en la comarca se hace en La Callezuela, capital municipal, y cumple 10 años, una cifra redonda que a algunos le puede sonar a poco, pero que para los vecinos es más que suficiente para no querer pasar sin ella. "Nos lo pasamos pipa aunque estemos aquí en el puesto. Participamos todos: comercios, asociaciones... No se trata de un trabajo o de hacer negocio, lo hacemos porque nos conocemos todos y es una reunión de hermandad, entre amigos", explicó Conchi González, detrás de su tenderete de chorizos y sidra.

Es algo en lo que coinciden todos los que tienen algún puesto de comida o artesanía bajo el techo de la cancha polideportiva de la capital illana: "Aquí venimos a disfrutar". Sitios donde comprar embutidos, quesos, sidra dulce, sidra natural, postres y, sobre todo castañas conviven con puestos de artesanía, música, juegos, talleres... para que todos los que lleguen se sientan como en casa. "Nosotros venimos todos los años de Oviedo. Tenemos una hija aquí y vinimos un año y ya no hemos faltado", explican Ramón Paredes y Cristina García.

Al tratarse de una fiesta de hermandad, los vecinos del concejo también se acuerdan de los que más lo necesitan. Por ejemplo, la asociación "El Gorfolí" se ha propuesto recaudar fondos para algún fin solidario todos los años. Este año repiten con el Banco de Alimentos del Principado y un 15 por ciento de lo que recauden irá para comprar productos infantiles. "Siempre dicen que escasean en el banco", explica Chelo Areces.

Lo hace mientras le ofrece un torto de picadillo sobre una hoja de árbol a María Amada González. "Acabo de terminar mi turno en el puesto de la Asociación de Mujeres Alba y ahora me toca dar una vuelta a mí y disfrutar saludando a los amigos", explica González. Y es que, aunque la feria se disfrute bien desde dentro, los illanos no pueden pasar sin disfrutarla desde el otro lado.

Desde que comenzó la feria, ayer por la mañana, el goteo de visitantes no ha parado, aunque fue por la tarde cuando se "armó" la fiesta, con la llegada de las actividades para niños, las actuaciones musicales y los juegos tradicionales, sin olvidar el concurso de postres, que este año está dedicado a la castaña.

"El domingo es cuando más gente hay", afirma Loli Fernández, de la Asociación de Mujeres Alba, en el puesto de postres típicos asturianos que cocinan a solo unos metros, en el centro sociocultural de Illas. El programa festivo sigue hoy con una demostración de talla de madera con motosierra, animación infantil, la actuación de una banda de gaitas, una muestra de telares y taller para niños y la actuación del Coro de Difac y del grupo "Tsarigando".