Las promesas de ejecución de obras se disparan en periodo preelectoral y ayer le tocó el turno a los accesos al polígono empresarial "Principado de Asturias". La consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, se trasladó a la zona, en las inmediaciones de Llaranes, acompañada del director general de Infraestructuras, José María Pertierra, para anunciar que el Principado dará un nuevo impulso a los trabajos tras ocho años casi en el dique seco para que estén terminadas antes de que finalice 2017. Eso sí, todo dependerá de la actitud del Estado, administración encargada de desbloquear el pinchazo con la autovía AI-81. La pelota en este caso está en el tejado del Ministerio de Fomento.

"Confiamos en que el Ministerio se avenga a razones porque hay criterios contundentes para interpretar la normativa técnica de distancia entre enlaces de una manera más flexible de lo que lo ha venido haciendo hasta ahora, toda vez que estamos hablando de una conexión que es una autovía pero que funciona más como un acceso a un entramado urbano como es Avilés", aseguró Fernández. Tanto la Consejera como Pertierra confían en que la solución quede resuelta en los primeros meses de 2016 y así no ralentizar de nuevo los trabajos.

La presencia de la responsable regional en la zona coincidió con la llegada a la zona de la máquina que realizará los pilotes de dos de las estructuras que conformarán el vial que tiene que comunicar las empresas del polígono de la ría con la autovía del Cantábrico: uno se colocará sobre la carretera vieja a Gijón (AS-19) y el otro será el que va a conectar con la glorieta de acceso al PEPA. "No son promesas, son hechos", aseveró Fernández.

El director general de Carreteras justificó el retraso de la actuación en el desvío de la línea de alta tensión que cruzaba por la zona afectada y que dificultaba los trabajos. "Inicialmente teníamos previsto la línea de alta tensión por otro sitio distinto, por terrenos de Arcelor, pero vimos que había problemas con las servidumbre y eso nos obligó a modificarlo", explicó. Finalmente, el cambio en el trazado de la línea se ejecutó este año -acaba de concluir- con una inversión de unos 800.000 euros, que se suman a los 5,2 millones de euros que se destinarán hasta diciembre en los trabajos.

En el Presupuesto del año que viene, el Gobierno regional prevé incluir una partida de otros 5 millones de euros y dejar el grueso -el proyecto está licitado por 34 millones de euros- para 2017. "Ese año queremos que entre en servicio. Las dos estructuras estarán terminadas en los primeros meses de 2016 y para entonces también queremos tener solucionado la problemática del pinchazo. Ya se está realizando trabajo in situ y también en talleres, con la construcción de las estructuras. Es una obra importante, de extraordinaria complejidad técnica y hoy constatamos el impulso a su reanudación definitiva", añadió la Consejera.

En total, los trabajos suponen la colocación de siete estructuras de un kilómetro de longitud, la ejecución de diversos muros de tierra para evitar afecciones a la autopista AI-81 y a los terrenos de Arcelor, así como muros de hormigón armado y escolleras de contención. Además se adoptarán otras actuaciones encaminadas a la correcta integración de las obras en el medio y a la protección acústica mediante el empleo de más de 2.000 metros de pantallas antirruido.

Valoraciones

Por la tarde fue la visita a las obras, y unas horas antes, el director general de Infraestructuras recibió en la consejería a un grupo de vecinos a los que se expropiarán los terrenos para la ejecución de las obras. Estos están recibiendo estos días unas cartas donde se realiza un reajuste de los metros cuadrados. El siguiente paso será la valoración económica de ese suelo y la presentación de alegaciones. La intención del Principado es empezar a pagar en febrero de 2016 a aquellos que estén de acuerdo con las valoraciones económicas, según explicaron ayer los expropiados. "Nos aseguraron que sí que hay dinero para pagar. ¿No lo podían haber hecho hace ocho años, cuando empezó todo esto?", afirmaron los afectados.

"Los vecinos tienen muchas dudas y ya les explicamos que había que hacer unos reajustes en camino secundario y eso produjo alteraciones en las superficies ocupadas", explicó José María Pertierra.