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Alcoa reducirá aún más su producción de aluminio por la competencia china

La compañía comunica a los empleados españoles que recortará en todo el mundo 503.000 toneladas de primario y 1,2 millones de alúmina

Planta de Massena East, en Estados Unidos, que cerrará definitivamente en próximas fechas. ALCOA

La tijera de los recortes de Alcoa no ha perdido filo, más si cabe con la competencia de las fábricas chinas, que han abaratado el precio del metal a niveles inéditos desde hace seis años. La multinacional norteamericana comunicó ayer su intención de reducir en 503.000 toneladas su capacidad de producción de aluminio y en 1,2 millones, la de alúmina (materia prima del aluminio metal). Estos recortes se iniciarán de manera inmediata y se desarrollarán de manera paulatina durante el primer trimestre del año próximo. En principio, la rebaja de la producción se circunscribirá a los Estados Unidos, es decir, que no afectará a las plantas españolas que la compañía posee en España (Avilés, La Coruña y San Ciprián). Pese a ello, ayer por la mañana los directores de las fábricas nacionales comunicaron a sus respectivos comités de empresa la decisión procedente de la sede central de la compañía, en Nueva York. Los representantes de los trabajadores hace tiempo que pusieron sus barbas a remojar, sobremanera ahora, con las amenazas eléctrica y china sobrevolando el porvenir de la economía mundial.

La compañía aluminera considera que el recorte de producción anunciado "mejorará aún más la posición de la multinacional en el mercado internacional" de tal modo que "garantizará la competitividad en un entorno de precios más bajos". "Hemos cerrado o reducido la capacidad de las fábricas no rentables", reconoce Klaus Kleinfeld, el presidente y director general de la multinacional que controla la planta de aluminio primario en San Balandrán. "Estas medidas difíciles, pero necesarias, fortalecerán aún más nuestra posición en el mercado", prosigue el primer ejecutivo de la compañía.

Los recortes de esta tajada los sufrirán los trabajadores de las fundiciones Intalco y Wenatchee, en el estado de Washington, y la fundición Massena West, en el estado de Nueva York. También se cerrará de forma permanente Massena East, también en Nueva York, que ya estaba en "stand by" desde 2014. Con esta decisión, Alcoa sólo mantendrá abierta en Estados Unidos la planta de Evansville, en el estado de Indiana, que produce 269.000 toneladas. La producción de la fábrica de Avilés del pasado año fue de algo más de 60.000 toneladas de aluminio electrolítico. La planta se encuentra, desde hace años, al 66 por ciento de su capacidad absoluta.

La reducción de aluminio se completa con la de alúmina (dos toneladas de este material son la base de una tonelada de metal). "En todo el mundo, hemos estado tomando medidas para reducir la fundición y la capacidad de refino que no era competitiva para mejorar nuestro perfil de costos", asegura Roy Harvey, vicepresidente de Alcoa y nuevo presidente ejecutivo de la división de producción primaria. "Alcoa tiene una larga historia en los lugares afectados y sabemos que nuestros empleados han trabajado duro para mantener nuestras instalaciones competitivas frente a las condiciones de mercado difíciles. Desafortunadamente, los precios de hoy requieren decisiones muy difíciles. Reconocemos que estas decisiones afectarán profundamente a nuestros empleados. Nos hemos comprometido con los sindicatos a negociar la mejor salida de la empresa", añade.

Una vez que se concluyan los nuevos recortes Alcoa habrá reducido en 673.000 toneladas métricas su capacidad de fundición y en 2,5 millones de toneladas métricas, la de refino de alúmina. Antes de que termine el año que viene, Alcoa dividirá sus negocios en dos nuevas sociedades.

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