Crecen los depósitos de amianto en el vertedero pirata localizado en Castrillón, entre Vegarrozadas y La Lloba. Este periódico desveló el pasado mes de septiembre la existencia de un basurero en el que se habían depositado restos de uralita. Y, ahora, las cantidades de fibrocemento abandonadas en la zona se han incrementado prácticamente hasta desbordar la parcela. El Ayuntamiento realizó hace un mes un informe que concluyó que la zona es propiedad del Ministerio de Fomento.

La uralita está depositada en un camino de servicio construido por el Ministerio de Fomento cuando se acometió el tramo de la Autovía del Cantábrico entre Vegarrozadas y Soto del Barco. El vertedero fue detectado por ciclistas y senderistas que usan la senda que está alejada de viviendas, aunque a pocos metros de la carretera N-632. "En vez de limpiar el vertedero, cada día hay más cantidad de uralita. El Ministerio o el Ayuntamiento de Castrillón tienen que retirarla", señaló un grupo de senderistas que suelen pasar por la zona.

El tratamiento de elementos con amianto exige, según la normativa vigente, que su manipulación esté sometida a controles para impedir la propagación de las partículas de ese material. En España, se prohibió en 2002 el uso y comercialización de materiales con amianto. La Unión Europea también tiene una legislación restrictiva para la manipulación de la uralita. Los expertos sostienen que el riesgo de que pasen fibras respirables al aire aumenta durante la manipulación de materiales que contienen amianto, en trabajos de demolición, corte, taladrado, rotura o cuando los materiales están muy envejecidos. El Consorcio de residuos sólidos de Asturias (Cogersa) se hace cargo de la uralita que los particulares retiran de sus construcciones.