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El "fotorrojo" de la entrada a Avilés no cazó a ningún conductor en todo el año

El gobierno local sopesa instalar el sistema en otro punto conflictivo tras la reforma de la plaza de los Oficios, ahora convertida en una glorieta

Tráfico, ayer, en la rotonda de los Oficios. IRMA COLLÍN

Las cámaras fotográficas instaladas para "cazar" a los conductores que se saltan los semáforos en rojo en la plaza de los Oficios ya son historia. El Ayuntamiento de Avilés decidió desconectar los conocidos como "fotorrojo" una vez que entró en servicio la nueva rotonda que regula el tráfico en la zona y así seguirán: apagados. No obstante, durante los meses del año que permanecieron en funcionamiento, esos dispositivos no "retrataron" a ningún conductor, según aseguró ayer el concejal de Tráfico, Raúl Marquínez. "En ningún momento ese sistema tuvo ánimo recaudatorio. Su objetivo era que se respetaran los semáforos para evitar accidentes y creemos que cumplió esa misión", apuntó el edil.

El gobierno local, a la vista del resultado obtenido con los "fotorrojos" de Los Oficios, sopesa ubicar uno en otro punto "conflictivo" de la ciudad, aún sin concretar. El objetivo es conseguir reducir tanto el número de conductores que se saltan los semáforos como los accidentes que se podrían producir por ese motivo.

Avilés fue pionera en la instalación de esos dispositivos, que ahora también existen en Oviedo y Gijón. Comenzaron a funcionar en octubre de 2008 y sólo ese mes la Policía Local impuso 1.230 sanciones por saltarse semáforos en rojo; la multa por esta falta es de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.

Críticas

La plaza de los Oficios, antes de su conversión en glorieta, era uno de los puntos de Avilés más conflictivos desde el punto de vista del tráfico. Y el fin original de los "fotorrojos" era reducir la siniestralidad en un cruce donde confluyen seis viales y por donde pasan a diario, de media, más de 25.000 vehículos. Esa decisión, no obstante, fue motivo de enfado para los conductores, que cuestionaron su presunta vocación recaudatoria. Incluso denunciaron que las cámaras eran implacables, ya que no solo pillaban a los que pasaban en rojo sino también a los que lo hacían en ámbar, un aspecto que negó en su momento el gobierno local.

Otro método para "cazar" a aquellos que comenten infracciones al volante es el radar móvil. Y a la vista de los datos, los avilesinos no circulan con exceso de velocidad. Hasta el mes de septiembre, la Policía Local solo ha tramitado 43 denuncias relacionadas con el radar. Algunos meses el resultado fue de cero, según explicó Marquínez. En Avilés, el 85 por ciento de las denuncias de tráfico están relacionadas con infracciones en la zona de aparcamiento regulada por la ORA.

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