-Lo que más me llama la atención es Ginecología y "trauma", la rama quirúrgica-, sentencia Elena Riesco.
-Pues, en mi caso, es todo lo contrario. Me gusta más la médica: Medicina Interna, Pediatría...-, confiesa Sara Carnicero.
Ambas son alumnas de sexto de Medicina y, desde septiembre, cursan la asignatura de Rotatorio Clínico en el Hospital San Agustín, una materia que consiste en la realización de prácticas tuteladas. Riesco y Carnicero tienen 23 años y están satisfechas con la experiencia: "Estamos aprendiendo mucho y nos están dando la oportunidad de saber qué especialidad médica nos gusta para luego enfocar nuestros estudios por ese camino", manifiestan. Son dos de los 16 alumnos de la Facultad de Medicina que, por primera vez en la historia, realizan estas prácticas en el complejo sanitario. Ellos son la razón de que, en pocos meses, el hospital de la comarca pase a tener consideración de universitario, una categoría que compartirá con el de Cabueñes de Gijón y que, hasta ahora, monopolizaba en la región el Hospital Central de Oviedo (HUCA).
"El año que viene y los siguientes se repetirá la experiencia y, cada vez, estaremos más metidos en aspectos docentes. El San Agustín será hospital universitario, igual que Cabueñes", señala, como ayer adelantó este diario, Daniel Hernández Vaquero, médico y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, que tutoriza a los estudiantes, en colaboración con otros especialistas. Paula Ureña, Sofía Díaz, Laura Escalada, Cristina Pérez, Héctor Pérez, Laura de la Campa, Diego Fernández, Inés Bugallo y Silvia García Fau son colegas universitarios de Riesco y Carnicero. Casi todos son de la comarca y, por eso, eligieron hacer prácticas en Avilés en vez de Oviedo o Gijón. Visten uniforme, bata blanca impecable y alguno luce un fonendoscopio colgando al cuello. Una tarjeta siempre colocada en un lugar visible les identifica como estudiantes de último curso de Medicina.
"La idea de la asignatura de Rotatorio, muy vinculada al cambio de estudios que supuso el 'plan Bolonia', es buenísima porque nos permite asimilar mejor los conocimientos", subraya García Fau. Los estudiantes están encantados de haber elegido el San Agustín como centro formativo. "El HUCA, con todo lo grande que es, está sobrecargado. Aquí nos sentimos muy cómodos, es un centro acogedor", confiesan los chavales.
El elevado número de alumnos en el grado de Medicina de la Universidad de Oviedo (150 por curso) ha obligado a que las prácticas preprofesionales del Rotatorio clínico de sexto del grado de la carrera se desarrollen en varios centros hospitalarios de la región y no sólo en el HUCA, como era tradición. Los primeros estudiantes llegaron al San Agustín este año y, a su cargo, está Daniel Hernández Vaquero. Luego cada especialidad tiene un tutor, como es el caso de Luis García Flórez e Isabel García, ambos cirujanos. La asignatura de Rotatorio Clínico permite a los alumnos aprender a realizar evaluaciones diagnósticas, incluyendo la historia clínica o la exploración física elemental. Posibilita también que utilicen los criterios estandarizados para el diagnóstico, así como que se familiaricen con las distintas alternativas terapéuticas disponibles.
Los estudiantes prestan también atención a la continuidad de cuidados y a la coordinación entre los diferentes niveles de asistencia, tanto en el San Agustín como en los centros de salud del área. Y rotan por diferentes servicios. En el tronco de Medicina se distribuyen de la siguiente manera: cuatro alumnos en Cardiología, dos en Digestivo, tres en Medicina Interna, dos en Nefrología, cuatro en Neumología y uno en Neurología. En el tronco quirúrgico, diez están en el servicio de Cirugía y seis en el de Traumatología. Todos los estudiantes pasarán también por las áreas de Obstetricia, Ginecología y Urgencias. Los futuros médicos visitan también los centros de salud del área sanitaria avilesina distribuyéndose de la siguiente forma: dos en el centro de salud de Castrillón, tres en el de Corvera, tres en el de La Magdalena, tres en El Quirinal y cinco en el de Sabugo.
Las prácticas de los alumnos son diarias, de lunes a viernes de ocho de la mañana a tres de la tarde, además de dos guardias cada rotación (hasta las diez de la noche), excepto en Urgencias, donde realizan turnos de doce horas a días alternos, incluyendo los fines de semana hasta completar el número recogido en el programa docente. "Hacer guardias de tantas horas es algo pesado, pero es también toda una experiencia para nosotros", señalan los aspirantes a médico. Con su experiencia práctica en el San Agustín, eso sí, todos han reforzado su pasión por la profesión. En el hospital avilesino, como en la Facultad de Medicina, la mayoría de los alumnos son chicas. "El ochenta u ochenta y cinco por ciento de estudiantes son mujeres", explica Hernández Vaquero.
Los alumnos deberán presentar una memoria del Rotatorio Clínico del sexto curso del grado de Medicina una vez que finalicen sus prácticas en el área sanitaria avilesina. "La nota final es una media entre diferentes pruebas, entre ellas, la evaluación del tutor", concluye Hernández Vaquero, satisfecho de que la Universidad de Oviedo esté cada día más presente en el Hospital San Agustín, un centro que destaca tanto por la calidad asistencial como por el trabajo investigador y docente de su personal.
