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Azsa fracasa en su intento de evitar que los afectados por mercurio vayan al juez

Tres extrabajadores envenenados con el metal rechazan aceptar las compensaciones de la empresa a cambio de renunciar a la vía penal

Los extrabajadores de Imsa envenenados por mercurio, el día que levantaron su huelga de hambre. MARA VILLAMUZA

Las defensas de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) y de su compañía de seguros han fracasado, tras una reciente reunión, en su intento de convencer a los tres extrabajadores de la empresa Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) de que desistan de la vía penal abierta en diciembre de 2012, tras descubrirse que más de medio centenar de personas habían resultado envenenadas por mercurio en las instalaciones de la metalúrgica de San Juan de Nieva.

La compañía propiedad de Glencore había logrado que buena parte de los envenenados en su puesto de trabajo firmase un convenio según el cual estos trabajadores renunciaban a seguir la vía penal, a cambio de una indemnización que nunca podría considerarse prueba de que la multinacioanl reconocía la existencia del accidente por intoxicación más grave de cuantos se produjeron en la Unión Europea en las últimas dos décadas.

Tres de los afectados -en principio, habían sido hasta media docena- siguen manteniendo que resultaron envenenados por mercurio en el mes de noviembre de 2012 y que, consecuencia de ese envenenamiento, han sido declarados incompetentes de manera absoluta o total para continuar en el trabajo. Consideran también que por esta circunstancia tienen derecho a abrir acciones penales contra los responsables de la metalúrgica del grupo Glencore. "Por eso, rechazamos el ofrecimiento de Azsa y de su compañía de seguros", señaló el abogado Jorge García Gómez, encargado de la defensa de las tres personas que mantienen la lucha legal.

Hace algo más de cuatro semanas, los abogados de Azsa y de la compañía de seguros propusieron a los tres afectados sentarse a la mesa. "Lo hicimos", reconoció García Gómez. Lo que traían bajo el brazo eran los resultados periciales de los tres exempleados de Imsa. "Les expliqué cómo estaban las cosas y el acuerdo está muy lejos todavía", apostilló el abogado de los demandantes.

Elena Fernández González, la magistrada titular del juzgado Número 4 de Avilés, que instruye el caso del mercurio, ha imputado, por el momento, a J. A. Z., director de la fábrica de Azsa en San Juan de Nieva y, en el momento del suceso, director de Operaciones Metalúrgicas de la compañía; y cuatro mandos más de la misma empresa: J. L. A., jefe del departamento de Tostación; J.M. R. V., responsable de prevención de Azsa; J. M. C., técnico de ese servicio y R. L. S. responsable del seguimiento de la obra. Asimismo, al jefe de obras de la empresa Imsa, J. C. P. S., y cuatro técnicos más de la mutua Unipresalud: E. G. M.; Y. L. O.; D.C. C. y L. M. F.

La instrucción del caso se encuentra actualmente en "stand by". Este pasado mes de febrero, la mayor parte de los imputados declararon ante la magistrada y presentaron tres informes periciales propios que en la actualidad -ocho meses después- aún no ha terminado de analizar el Inspector de Trabajo correspondiente. Este análisis es crucial para el desarrollo de la instrucción. Ayer mismo, el Fiscal de Siniestralidad Laboral de Asturias, Enrique Valdés-Solís declaró que el caso que investiga que más le impresionó fue la intoxicación por mercurio en Asturiana de Zinc, que afectó a cincuenta trabajadores. "Hay pendiente una pericial. Con ese resultado decidiremos si se acusa, pero todo indica que sí", dijo.

El accidente por mercurio de San Juan de Nieva se detectó a comienzos de diciembre de 2012. Medio centenar de empleados de una auxiliar que debían reentubar un ingenio sufrieron una intoxicación grave por metales pesados. Una decena de ellos ya no puede trabajar.

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