El juez que investiga el "Caso Niemeyer" ha concluido que el exdirector de la Fundación que gestiona el complejo cultural, Natalio Grueso, utilizó supuestamente fondos de la entidad para "gastos privados particulares suyos, de sus familiares y allegados". El titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés notificó ayer el auto que cierra la investigación sobre la anterior etapa del centro y que partió de la denuncia que interpuso en diciembre de 2012 la entonces consejera de Cultura, Ana González. El magistrado apunta a que existen indicios de que Grueso; el exjefe de producción del Niemeyer, Marc Martí; y el agente de viajes J. M. V. incurrieron supuestamente en un delito societario y en otro de administración desleal (estos dos últimos como cooperadores). También observa indicios de ilegalidades en la exmujer de Grueso, J. P., a la que relaciona con un supuesto delito de administración desleal, y en el anterior secretario del Niemeyer, José Luis Rebollo, al que atribuye un delito societario. Además, no ve irregularidad alguna por parte de Joan Picanyol, por lo que ha decidido archivar las actuaciones respecto al exsubdirector del Niemeyer. Entiende que, en su caso, "no se aprecia materia criminal porque tenía exclusivamente competencias de tipo técnico". El juez cierra así la investigación e inicia la tramitación para la celebración del juicio.

El auto, de tres folios y medio, resume las conclusiones a las que llegó en varios informes el perito de Hacienda que colabora con la investigación a instancias del juez. Así, recoge que Natalio Grueso consiguió que el Niemeyer sufragara cuantiosos gastos personales y que "la persona más beneficiada de esta imputación de gastos indebidos, en cuanto su número y cuantía, fue J. P". El juez subraya que el propio Grueso reconoció haber pagado a su exmujer "supuestos trabajos de asesoramiento, cuando ésta para nada figuraba en la nómina de la Fundación" del Niemeyer. En cuanto al empleado de Viajes El Corte Inglés (la agencia con la que trabajaban los exgestores), el juez entiende que "ha obtenido cuando menos un beneficio directo de estas actuaciones irregulares, siendo beneficario, él y sus familiares, del pago por parte del Niemeyer de gastos que le eran propicios". El perito del Fisco cifró en 69.573 euros la suma que el exdirector del centro cultural, su exmujer o familiares cargaron al centro cultural pese a ser "gastos privados". Y atribuyó facturas indebidas por 42.000 euros a la exmujer de Grueso y otras por 50.000 al exempleado de la agencia de viajes, J. M. V.

Por último, el magistrado ve indicios de que Marc Martí, exjefe de producción, "habría percibido de la Fundación la cantidad de 9.000 euros por orden de Grueso sin que conste cual era el concepto de cobro de dicha suma".

Contabilidad

El juez, como señaló el perito en sus informes, también concluye que Grueso y José Luis Rebollo ocultaron al patronato la contabilidad real de la Fundación. Según el auto notificado ayer, cuando ambos presentaron las cuentas correspondientes a 2010 "ocultaron a la presidenta -la exconsejera de Cultura Mercedes Álvarez- y a los patronos los relevantes problemas contables existentes" en la entidad. Algo que, según sigue el auto, "los imputados conocían perfectamente". Por eso, el juez concluye que esta actuación pudo haber influido en los notables perjuicios económicos que sufrió la Fundación, "como la quiebra de la misma, y la pérdida de su forma sustancial de financiación por la revocación de las subvenciones".

Al margen de la atribución de presuntos delitos, el juez considera que deben quedar excluidos de la causa varios hechos denunciados por algunas de las partes durante la investigación, que se ha prolongado durante más de dos años y medio. Por un lado, desestima uno de los argumentos de los actuales gestores del Niemeyer, que sospechaban que Natalio Grueso había utilizado fondos del centro cultural para pagar en 2010 gastos de representaciones teatrales en el madrileño Teatro Español, que dos años después dirigió el propio Grueso contratado por el Ayuntamiento de Madrid. "No se aprecia que trató de favorecer su contratación ulterior" en la capital española, señala el juez.

El magistrado también rechaza investigar dentro del "Caso Niemeyer" las supuestas irregularidades por parte de la Consejería de Cultura en la contratación del mobiliario del centro, si bien deja la puerta abierta a que lo haga otro juzgado. El abogado ovetense José Luis Rebollo había instado al juez a investigar si el complejo fraccionó en 33 contratos menores de 18.000 euros la compra de equipamiento en 2011. El magistrado concluye en su auto: "Entendemos que lo denunciado excede del ámbito del presente procedimiento. No obstante, se deducirá testimonio de dicha denuncia para su remisión al Decanato de los Juzgados de Avilés y su reparto al juzgado que corresponda".

Tras más de dos años y medio de investigación, el auto dictado ayer por el titular del juzgado de instrucción número 2 pone el broche a la instrucción y constituye el paso previo a la celebración del juicio por la convulsa gestión del Niemeyer en sus primeros años de andadura.