Susana Gutiérrez es responsable de acción sindical y coordinadora de la asesoría jurídica del nuevo sindicato Avanza, integrado por antiguos delegados de la UGT en el Ayuntamiento de Avilés.
-¿Qué motivos les llevó a abandonar la UGT?
-El motivo, aunque parece que aún hay ciertas dudas, no es por nada personal, sino colectivo. Siempre hemos criticado la política de recursos humanos y el concejal responsable la estaba sustentando con horas sindicales de la UGT. Y cuando salieron las listas del PSOE para las elecciones locales y vimos que el sector ugetista lo volvía a presentar... Eso no se puede explicar a la plantilla, que el concejal esté recortando derechos con horas sindicales de la UGT.
-¿Por qué decidieron constituir Avanza?
-Una vez que renunciamos a la UGT, nos planteamos seguir siendo delegados de personal y miembros del comité de empresa y para ello queríamos tener una cobertura legal, asesoría y unos medios mínimos para garantizar esa representación. Y estamos muy contentos con la respuesta; tenemos afiliados desde el primer mes.
-¿Hay malas relaciones entre los sindicatos municipales?
-Lo que hay es un intento del gobierno de que Avanza no salga adelante y los demás sindicatos están a gusto con la situación y sirven de muleta al gobierno haciendo poca presión en las relaciones laborales y firmando acuerdos que no favorecen a la plantilla. El vacío que hicieron al expresidente del comité de empresa en las últimas reuniones convocadas por él es un desprecio a la plantilla. Entonces fue cuando Ángel Luis Fernández decidió dimitir. Si te convoco a una reunión del comité con unos puntos concretos del orden del día y no asistes, ¿cómo puedes acusar luego de falta de interés por los trabajadores?
-Para usted, ¿cuáles son los principales problemas de la plantilla municipal?
-El primero, la alta interinidad. Estamos analizando una propuesta sobre las ofertas de empleo público que se dejaron caducar. Esa falta de convocatoria enconó varios problemas, como la falta de promoción para la plantilla fija y la falta de oportunidad de consolidación de empleo. Otro problema es la carencia de formación. Hay una partida de 180.000 euros en el convenio vigente que está sin gastar y nadie se ha preocupado por ello. También falta una revisión de la valoración de los puestos de trabajo. La última data de 2002 y ahora se ha incorporado la administración electrónica y las funciones de esas valoraciones han quedado obsoletas.
-¿El gobierno tiene margen de maniobra para atender esas demandas?
-Sí, porque el convenio vigente no se ha acabado de desarrollar. Se pueden convocar perfectamente las ofertas de empleo de promoción interna y los concursos de traslado. Hay propuestas organizativas que podrían mejorar bastante las relaciones y no sólo aplicar de forma inmediata las leyes que se aprueban.
-¿Habrá un nuevo convenio colectivo este mandato?
-Creo que no porque tanto la Alcaldesa como el concejal de Personal, del PSOE, han dejado claro que no van a asumir las propuestas de los sindicatos. Me daría por satisfecha si se cumpliera el que está vigente.
