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Quejas de todos los colores para aparcar

El desconcierto de muchos conductores por la división de la ORA en tres zonas provoca decenas de multas y recursos

Javier Macías, con el tique de la zona naranja. A la derecha, Manuel Pardo. IRMA COLLÍN

Los colores de la ORA en Avilés son un galimatías para los conductores que llegan procedentes de otros concejos. La zona azul, un código válido en multitud de ciudades, no presenta dificultad. Pero las áreas naranja y verde despistan y se traducen en no pocas ocasiones en multas y enfados. El azul es la más cara para facilitar una alta rotación, el naranja de baja rotación y el verde, exclusivo para residentes; pero no todos lo tienen claro. Las sanciones por tener colocado el tíquet erróneo están a la orden del día e ir contra ellas supone un riesgo ya que, si el recurso es rechazado, no se puede acceder a la bonificación de pronto pago, que exime del cincuenta por ciento de la multa. Algo de lo que puede dar fe Aurelio Marqués Bravo, que tras estacionar en zona naranja y comprobar que le había sobrado una hora de tíquet, aparcó seguidamente en zona azul, para ir a una clínica. "Fueron diez minutos y, cuando salí, me encontré con 90 euros de multa", explica.

Marqués estaba al tanto de la distinción de colores, pero reconoce que no se fijó. "Recurrí la multa porque me parece muy desproporcionado una sanción de 90 euros por una equivocación. Es injusto. Ahora me llegó el recurso denegado y no me queda más remedio que pagar la multa", dice. En su caso, y en el de otras muchas personas que se confunden los colores, anular la sanción en las tres horas siguientes mediante el pago de tres euros no es una opción, ya que a todos los efectos es como si no tuvieran ningún tíquet colocado. El color erróneo anula la papeleta.

"En Oviedo, Gijón y Avilés los colores son diferentes. Y eso despista mucho", asegura otra usuaria que, acostumbrada a que en la capital la zona verde es más barata que la azul, se ganó una multa tras dejar su coche en la verde avilesina que, por el contrario, es sólo para residentes. "Y, pese a la multa, cada vez que veo sitio en esa zona me entran ganas de aparcar, por la costumbre", comenta.

A Javier Macías también le parece complicada la zonificación de la ORA avilesina en comparación, por ejemplo, con Gijón. "Allí no te complicas porque es todo igual. Y, aunque estuvo bien que pusieran la zona azul en Avilés, porque es más fácil aparcar, los colores son un lío y, además, si cambias el coche de zonas, el ticket ya no te vale", afirma, tras preguntar a un vecino si podía aparcar en el área naranja. "Al final, siempre acabo pagando la zona azul, que es más cara, por no complicarme", añade.

Otro tanto le ocurre a Manuel Pardo Domínguez, de Piedras Blancas. "Siempre prefiero aparcar en azul, porque lo del naranja y el verde me genera confusión, me armo un lío y prefiero ir a lo seguro", apunta. Así que, aunque nunca se ganó una multa, podría gastar menos si tuviera clara la división de colores de la ORA. La confusión está, pues, a la orden del día.

Y eso pese a que hace unos meses la empresa adjudicataria del servicio, Dornier, instaló en los parquímetros unas pegatinas advirtiendo de la zona de estacionamiento adecuada para cada necesidad. La medida se tomó después de que IU denunciara las frecuentes confusiones de ticket entre los usuarios.

Además, el gobierno local se comprometió recientemente a sopesar la posibilidad de incorporar modificaciones en algunas calles donde ahora sólo existen plazas de baja rotación (zona naranja) y que tienen un uso menor al esperado, así como establecer una tarjeta de residentes que incluya la posibilidad de efectuar un pago mensual por aparcar y no diario, como viene siendo hasta ahora. Estas mejoras fueron reclamadas por el PP hace tiempo. El Ayuntamiento también está dispuesto a valorar la propuesta de realizar el cobro de la zona azul a través de una aplicación del móvil.

La aplicación de la ORA se implantó en Avilés hace seis años y las quejas han sido numerosas desde entonces.

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